Alberto PRADILLA
IRUÑEA
OFENSIVA DEL ESTADO CONTRA EL INDEPENDENTISMO

La conspiración policial contra el «procés» salpica al PP antes del 26J

Unas grabaciones desveladas por el diario «Público» constatan lo que era un secreto a voces: el PP conspiró con mandos policiales y judiciales para inventar escándalos de políticos catalanes y perjudicar el proceso independentista. El implicado, Jorge Fernández Díaz, se presenta como «víctima» y Rajoy descarta cesarle.

Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior español, organizó una trama policial para fabricar escándalos contra CDC y ERC y así deslegitimar el proceso soberanista catalán. Lo que ha sido un rumor durante los últimos meses terminó el martes por confirmarse con una exclusiva del diario «Público»: unas grabaciones en las que el ministro conspira con el director de la Oficina Antifraude de Catalunya, Daniel de Alfonso. Las conversaciones tuvieron lugar el 2 y el 16 de octubre de 2014, semanas antes de la consulta del 9N. El escándalo estalla al PP a cuatro días de las elecciones. Mariano Rajoy, sin embargo, elude cualquier responsabilidad. «Hay gente con ganas de organizar un problema donde no existe», se defendió el todavía inquilino de La Moncloa.

«El presidente del Gobierno lo sabe». La confesión la realiza el propio Fernández Díaz en una de las grabaciones, lo que implica directamente al candidato del PP, que aspira a revalidar su triunfo. Las reuniones tratan sobre dos casos concretos relacionados con Francesc Homs y Felip Puig. El ministro del Interior muestra su malestar por no hallar corruptelas que salpiquen a ERC. De fondo, lo que se confirma es que el PP, cuando llegó al Gobierno, puso en marcha un grupo especial de policía que actuaba siguiendo los intereses políticos de Génova, ejercía labores de espionaje y elaboraba informes sin membrete ni firma que podían derivarse a Fiscalía o a periodistas afines para perjudicar a rivales políticos.

Su principal objetivo fue el proceso independentista catalán. «Lo ideal es que esto esté en el juzgado y, si sale, nadie va a sospechar que sale de la Policía», llega a afirmar el ministro, que alardea de su relación con fiscales y medios para mover los montajes. No menos revelador es De Alfonso: «Yo sólo te pido, ministro, que comprendas mi situación en Catalunya. No soy de la Generalitat, la oficina no pertenece a la Generalitat, somos independientes. Les hemos dado en todos los morros con Ramón Bagó, les hemos destrozado el sistema sanitario, les hemos acusado, estamos jorobándoles el CTT [Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació]. En fin, yo soy español, lo tengo claro, pero estoy en una situación que tengo que bailar allí».

Las grabaciones desvelan el modus operandi, pero no los casos concretos en los que esta policía política del PP actuó para perjudicar a líderes independentistas. Un ejemplo claro es el del exalcalde de Barcelona, Xavier Trías, a quien «El Mundo» acusó de tener una cuenta en Suiza que el propio antiguo primer edil demostró que nunca existió. La investigación judicial también se archivó, pero para entonces el operativo ya había cumplido su objetivo.

El principal implicado en la trama, el propio Jorge Fernández Díaz, eludió dar explicaciones y trató de presentarse él mismo como víctima. «Yo soy la víctima. La conspiración está en el hecho de que la conversación se haya grabado y se difunda ahora de una forma totalmente interesada», afirmó, reiterando que no tiene intención de dimitir. Quien sí que se marchará será su interlocutor, De Alfonso. Ha sido convocado por el Parlament para que declare hoy a las 11.00. Habrá que ver si «tira de la manta» para intentar salvarse y aporta más pruebas.

 

ANC se moviliza; PSOE, Podemos y C’s piden la cabeza del ministro

Inmersos en la campaña para el 26J, los principales partidos españoles exigieron ayer la cabeza del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Tanto PSOE como Podemos y Ciudadanos instaron al presidente, Mariano Rajoy, a destituir al jefe de Policía y Guardia Civil, que a su vez encabeza la lista del PP por Barcelona. No parece que vaya a ocurrir, aunque habrá que ver si aparecen más grabaciones que pongan contra las cuerdas al PP. La trama, además, tiene otras ramificaciones. El comisario José Villarejo, uno de los agentes implicados en las maniobras de Interior, fue imputado dentro del caso de escuchas vinculado al «Pequeño Nicolás».

Mientras, en Catalunya la sociedad civil salió a la calle. Convocadas por entidades soberanistas como la ANC, cientos de personas se concentraron frente a la Delegación del Gobierno español en Barcelona para reivindicar «un nuevo país libre de la corrupción de Estado». En los próximos días podrá comprobarse el impacto que tienen estas revelaciones en el comportamiento electoral del Principat.

Por su parte, el presidente de CDC y exlíder de la Generalitat, Artur Mas, defendió ayer el archivo de la causa del 9N que se sigue por la instalación de urnas tras la «conspiración» desvelada por las grabaciones. Denunció que el objetivo era «intentar destruir» las ideas políticas soberanistas y censuró todas las «calumnias, infamias y registros» que se han producido. A.P.