El Ejército iraquí anunció ayer la toma total de la ciudad de Falujah, después de hacerse con el control del último barrio en poder del Estado Islámico (ISIS), tras más de un mes de combates con los yihadistas, que se habían hecho con el control de la ciudad en enero de 2014. El comandante de la operación, el general Abdelwahab al Saidi, aseguró que «la operación militar ha terminado en la ciudad de Falujah con la liberación del barrio de Al Golán, en el norte de la urbe».

Una fuente militar reveló a Efe que las tropas iraquíes no encontraron a ningún civil en el barrio Al Golán, excepto a una anciana que había permanecido en su vivienda.

Falujah fue la primera ciudad iraquí en caer en manos del ISIS en una ofensiva relámpago tras la que proclamó su califato. el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, visitó ayer mismo la ciudad de izó la bandera nacional en un acto en el que prometió que pronto será izada también en la ciudad de Mosul, bastión del ISIS en el norte de Irak.

Según Al Saidi, el porcentaje de destrucción de la ciudad «no es superior al 10%».

Pero la ofensiva sí que ha provocado un grave problema humano. Según datos de la ONU, unas 85.000 familias, con al menos 40.000 niños, han huido desde que comenzó al ofensiva 23 de mayo y muchos de ellos se encuentran actualmente en campamentos de desplazados en las afueras de la ciudad, desprovistos de servicios básicos y con dificultades de acceso a alimentos y agua.

El Consejo Noruego para los Refugiados, cifra en 62.000 a los desplazados, en su mayoría ancianos, mujeres y niños, que se encuentran en situación desesperada. Aun así, estimó que «es aún muy pronto para hablar de la vuelta» a Falujah, ya que se debe valorar la seguridad de la ciudad antes de ofrecerles la posibilidad de regresar.

Por su parte, el Ejército aún mantiene retenidos a unos 7.000 civiles huidos para interrogarlos, con el objetivo de comprobar que entre ellos no hay yihadistas.