Delegaciones de Israel y Turquía llegaron ayer en Roma a un acuerdo para normalizar sus relaciones tras seis años de distanciamiento, según informó, bajo anonimato, una fuente israelí. Añadió que los términos definitivos del acuerdo se anunciarán hoy. De esta forma, Turquía e Israel quieren recuperar las relaciones diplomáticas suspendidas a raíz del asalto israelí al buque Mavi Marmara, parte de la Flotilla de que intentaba romper en bloqueo a Gaza en mayo de 2010, durante el que las fuezas israelíes mataron a diez activistas turcos. Las relaciones se deterioraron aún más con el ataque israelí a la Franja.

Israel ha cumplido parcialmente dos de las tres condiciones que Turquía ha exigido para restablecer plenamente las relaciones: una disculpa pública por lo sucedido e indemnizar –con 20 millones de dólares– a las familias de las víctimas. La tercera condición, más polémica, prevé la flexibilización del bloqueo israelí a Gaza. En este aspecto, parece haberse acordado permitir a Turquía llevar ayuda humanitaria pero no directamente, sino a través del puerto israelí de Ashdod y construir allí hospitales, una central eléctrica y una planta desaladora.

El Gobierno turco ha negado que el acuerdo incluya una ruptura con Hamas, aunque sí un compromiso de no permitir «actividades anti-israelíes» desde territorio turco. EEUU ha presionado para que ambos aliados negocien un acuerdo durante los últimos tres años.

Ankara era un aliado regional clave para Israel en la zona hasta los años 2000 y ambos buscan la normalización de relaciones en un momento en el que Turquía se encuentra cada vez más aislada y ha pasado de una política de buena vecindad a enemistarse con todos. Ahora, como con Rusia, intenta recomponer lazos rotos.