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Putin llama a Rusia Unida a no defraudar las esperanzas de la gente

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su primer ministro, Dmitri Medvedev, unieron ayer sus voces para exigir a la formación oficialista Rusia Unida una victoria limpia y transparente y a no defraudar a la gente en las elecciones parlamentarias del 18 setiembre.

El presidente ruso, Vladimir Putin, llamó ayer su partido, Rusia Unida, a no defraudar las esperanzas de la gente, al intervenir en el congreso de la formación de cara a las elecciones parlamentarias del 18 setiembre.

El primer ministro, Dmitri Medvedev, presidente del partido y elegido ayer mismo su cabeza de lista por los delegados del Congreso, agregó: «Os pongo un sólo objetivo, ganar. Pero debe ser una victoria limpia. Rusia Unida está obligada a demostrar que nuestros candidatos ganan honestamente».

La limpieza de las próximas elecciones parlamentarias es objeto de preocupación del Kremlin, habida cuenta de las numerosas denuncias de fraudes en comicios anteriores.

Recuerdan los líderes rusos las multitudinarias protestas, con cientos de miles de manifestantes en las calles de Moscú y otras ciudades de Rusia, que siguieron a las parlamentarias en diciembre de 2011 y a las presidenciales en mayo de 2012.

Putin advirtió del peligro de que durante la campaña se especule «con las actuales dificultades» económicas por las que atraviesa el país, sumido desde hace casi dos años en una recesión, aunque admitió que «la crítica a las autoridades debe existir y, desde luego, la habrá».

Lo que no permitirá ni a los suyos ni a los candidatos de la oposición –precisó– es «la mentira y manipulación de los hechos, la abierta traición de los intereses de país, las promesas vacías tras las cuales se oculta sólo el deseo de desestabilizar la situación y llegar al poder a cualquier precio».

Putin destacó que el partido asume la responsabilidad por los integrantes de su lista, pero recalcó que «los propios candidatos deben ser conscientes de que sus acciones y declaraciones se reflejan en la reputación de Rusia Unida».

Recordó que la formación surgió hace 15 años como una «necesidad vital para el fortalecimiento del Estado y la consolidación de la sociedad».

«Todos recordáis en qué estado se hallaba el país: existía un peligro real de desintegración. Desde el punto de vista jurídico y político (Rusia) era un territorio despedazado. El Cáucaso Norte estaba inundado de amenazas terroristas contra Rusia», señaló.

En el momento actual, añadió, «lo importante es concentrarse en los ámbitos clave y los grandes proyectos que garantizarán el desarrollo dinámico del país y el bienestar de sus ciudadanos».

Mientras, Medvedev reveló algunos aspectos del programa electoral aprobado por los delegados del congreso, que también dieron su visto bueno a todos los candidatos.

Definió a Rusia como «un Estado social», repasó las iniciativas dirigidas a mejorar la sanidad y educación, las pensiones y la vivienda, y centro centró su discurso en el contenido económico del programa.

«Queremos crear una economía cuyo crecimiento lo garanticen las fuentes internas y no las cotizaciones en las bolsas», dijo en alusión a los precios del hidrocarburos, cuyo desplome ha agravado la salud de la economía de Rusia.

Maniobras militares internacionales en Ucrania

Catorce países, incluidos EEUU y sus aliados, empezaron ayer maniobras militares en el oeste de Ucrania, mientras en el este del país tiene lugar un conflicto armado que enfrenta desde hace poco más de dos años a separatistas prorrusos y fuerzas leales a Kiev, a pesar de la declaración de varias treguas.

Unos 1.800 soldados y 200 piezas de equipo militar participarán en las maniobras llamadas «Rapid Trident», ejercicios que tienen lugar en el terreno militar de Iavoriv, en donde 300 paracaidistas estadounidenses entrenan desde abril de 2015 a soldados ucranianos y durarán hasta el 8 de julio. «Rapid Trident apoya la interoperabilidad entre Ucrania, Estados Unidos, la OTAN y los estados miembros de la Alianza para la Paz», explicó en un comunicado el Ejército estadounidense.

La exrepública soviética no forma parte de la Alianza Atlántica, pero las autoridades prooccidentales que llegaron al poder tras el levantamiento del Maidan aspiran a ingresar en la OTAN, para lo que ya han dado algunos pasos.GARA