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BRUSELAS

Turquía y la UE abren otra etapa en la negociación entre reproches

Ankara y Bruselas abrieron ayer un nuevo capítulo en las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europea, en un paso de acercamiento pero sin ocultar los reproches mutuos sobre la vulneración de libertades o la lucha contra los kurdos.

El ministro neerlandés de Exteriores, Bert Koenders, que presidió este la apertura del nuevo capítulo de negociaciones para la adhesión de Turquía a la UE, recordó que es resultado del compromiso adoptado por Bruselas de redinamizar el proceso, una de las concesiones a cambio del acuerdo para que Turquía se hiciera cargo de los refugiados que expulsa la UE.

Pero, inmediatamente, Koenders añadió que «la UE exhorta a Turquía a reformas rápidas, particularmente en el terreno del Estado de Derecho y los derechos humanos».

«Es importante que Turquía subsane sus graves deficiencias», insistió el comisario de Ampliación, Johannes Hahn, en un momento en el que el régimen turco persigue a intelectuales, medios de comunicación y, sobre todo, políticos vinculados a la causa kurda.

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, también pidió al ministro turco de Asuntos Exteriores, Ömer Çelik, que Turquía debe respetar los «más altos estándares» en materia de democracia, Estado de derecho y libertades fundamentales, incluyendo la libertad de expresión y prensa, si quiere ser miembro de la UE. El acuerdo migratorio del pasado marzo preveía abrir a finales de junio el capítulo sobre las cuestiones presupuestarias.

Pero las buenas palabras tras el acuerdo no duraron mucho. Al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no le gustó que los Veintiocho insistieran sobre sus exigencias antes de liberalizar el régimen de visados. Para Bruselas, es imposible avanzar en la exención de visados para los ciudadanos turcos, mientras la legislación «antiterrorista» turca permita «encarcelar y perseguir» a periodistas e intelectuales simplemente «por expresar su punto de vista de forma no violenta».

La crítica, evidenciar sobre todo el desinterés europeo por avanzar en la adhesión, pero además toca un punto muy sensible para Ankara. Los ministros turcos presentes en la ceremonia de ayer acusaron a los europeos de «tener dos varas de medir» al ser «demasiado permisivos» con la guerrilla kurda y pidieron a la UE que deje de distinguir entre los yihadistas del ISIS y el PKK. La amenaza de Erdogan de denunciar el acuerdo migratorio ha hecho que la UE deje de tensar la cuerda y afirme que «la intención nunca ha sido limitar las capacidades de Turquía de combatir eficazmente el terrorismo», según la portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, dos días después del atentado de Estambul.

Aunque cualquier ampliación está excluida antes de 2020, se prepara la apertura de otros cinco capítulos en la negociación.