Alberto PRADILLA
IRUÑEA
PERSECUCIÓN POLÍTICA EN EUSKAL HERRIA

Suiza insta a Madrid a explicar si sus agentes persiguieron a Txapartegi sin permiso

Nekane Txapartegi denunció que policías españoles le identificaron en enero de 2015 en Zurich. Las autoridades suizas reconocieron que no tenían constancia de este operativo y ahora instan a Madrid a dar explicaciones dentro del proceso de solicitud de extradición. También reclaman datos sobre las torturas denunciadas por la refugiada.

Las autoridades suizas quieren que el Estado español explique la actuación de los policías que identificaron a Nekane Txapartegi el 4 de enero de 2015, seis meses antes de que Madrid cursase una orden de extradición contra la refugiada política vasca. Así consta en el documento al que ha tenido acceso GARA y en el que la oficina helvética encargada de tramitar la entrega reclama a Madrid una respuesta a las alegaciones que ha presentado la asteasuarra dentro de su proceso para solicitar la entrega. En el momento de su detención, el 6 de abril de este año, Txapartegi reveló que año y medio antes había sido identificada por tres agentes españoles. La Oficina General de Justicia helvética admitió no tener conocimiento de esta actividad, lo que implicaría que Madrid actuó sin permiso.

Las explicaciones sobre por qué sus agentes (policías, guardias civiles o miembros del CNI) actuaron sin permiso en un país europeo no son los únicos datos que reclama la Unidad de Extradiciones del Departamento de Justicia suizo. También solicita al Ministerio de Justicia español, que es el que gestiona la demanda de extradición, información sobre las denuncias de tortura formuladas por Txapartegi.

En este sentido, las autoridades judiciales suizas recuerdan que la refugiada vasca denunció haber sido sometida a tormento tras ser arrestada en 1999 y que, pese a haber puesto en conocimiento de los jueces españoles los maltratos, estos archivaron la causa. Además, quieren comprobar la apelación planteada por la astesuarra, que argumentó que la Audiencia Nacional española se basó en declaraciones obtenidas bajo tortura para condenarle durante el juicio por el macrosumario 18/98.

Denuncias de torturas

La cuestión de las torturas es un elemento clave a la hora de abordar la demanda de extradición, que aún no tiene fecha de resolución. Hay que recordar que existen precedentes de países europeos que se han negado a entregar a refugiados políticos vascos alegando que sus derechos fundamentales podrían ser vulnerados. El último caso es el de Jaione Jauregi, arrestada en Bélgica en 2013 pero que no fue entregada al Estado español. Eso es lo que se dilucida ahora en el caso de Txapartegi. Por eso, las autoridades judiciales suizas han reclamado a Madrid que les entregue copia de las demandas interpuestas por la refugiada vasca en un juzgado de Donostia y en otro de Madrid (ambas en 1999) y los argumentos que dieron los tribunales para cerrar el caso.

El Ministerio de Justicia español tiene hasta el 15 de julio para entregar la documentación reclamada por Suiza. Este periódico ha tratado, sin éxito, de recabar la versión tanto del Ministerio del Interior como del de Justicia. En el momento de hacerse pública la actuación supuestamente irregular de los policías, fuentes del departamento dirigido por Jorge Fernández Díaz declinaron hacer declaraciones y derivaron la cuestión a los gabinetes de comunicación de Policía española y Guardia Civil. Ambos mostraron su sorpresa por este hecho e insistieron en que en operaciones de este tipo es Interior quien centraliza las informaciones. Las explicaciones, ahora, tendrán que dárselas a las autoridades suizas encargadas de la extradición de Txapartegi.

 

Un «calvario» con marcas pero sin investigación efectiva

Nekane Txapartegi fue arrestada por la Guardia Civil en marzo de 1999, dentro de una operación contra Xaki. Pasó cinco días incomunicada en manos del Instituto Armado y, posteriormente, relató el «calvario» al que fue sometida. Su escalofriante testimonio incluye la violación a manos de cuatro agentes. En junio de ese mismo año, la astesuarra interpuso denuncias por malos tratos en juzgados de Donostia y Madrid. La presencia de marcas en su cuerpo cuando ingresó en Soto del Real no evitó que las querellas fuesen archivadas. Posteriormente, Txapartegi fue condenada dentro del macrosumario 18/98. En un primer momento, a once años de cárcel. Finalmente, a seis y nueve meses.

Desde entonces, la refugiada vasca se encontraba en busca y captura. No fue hasta mediados de 2015 cuando el Consejo de Ministros español, por orden de la Audiencia Nacional, reclamó a Suiza la extradición. Según publicaban periódicos del Estado entonces, Txapartegi llevaba un tiempo localizada. Al menos desde el 4 de enero de ese año, cuando tres agentes que entre ellos hablaban castellano la identificaron en Suiza.

Según la ley del país helvético, es necesaria la petición de entrega para proceder al arresto. Sin embargo, si Suiza no la había buscado, ¿cómo es que Madrid ya sabía dónde se encontraba? Esta actuación policial podría contravenir el Código Penal suizo, que prohíbe expresamente que agentes de otros países actúen sin permiso expreso de sus autoridades. Desde abril Txapartegi se encuentra encarcelada a la espera de que se resuelva su caso.A.P.