Marc Cavendish logró su segunda victoria en este Tour en la tercera etapa entre Granville y Angers de 223 kilómetros. Sobraron todos menos el último, en el que el sprinter del Dimension Data ganó en una apretada llegada a Andre Greipel.

Cavendish llegaba a la salida sin ser favorito en los sprints, pero ha ganado los dos disputados y ya iguala a Bernard Hinault con 28 triunfos en el ranking de victorias de etapa en el Tour, solo superados por Eddy Merckx (34). Los equipos de los dos teóricos favoritos en la llegada, Greipel y Kittel, volvieron a ser los que más trabajaron en los últimos kilómetros, pero Cavendish tuvo un buen apoyo de Boasson Hagen y Renshaw para dar al Dimension Data su cuarta victoria en las últimas tres grandes vueltas que ha disputado.

Además el manés logró arrebatar el maillot verde a Peter Sagan, cuarto ayer, que mantuvo el amarillo después de que Tinkoff trabajara en los primeros kilómetros para que la escapada de Fonseca (Fortuneo) no cogiera demasiado tiempo para después tomárselo con tranquilidad, como todos los demás.

Una etapa tediosa

Fue una etapa tediosa y monótona que debe hacer recapacitar al Tour sobre la conveniencia de plantear dos etapas de 223 kilómetros, la de ayer, y 237,5 la de hoy, con una sola cota de cuarta en la primera semana de carrera. Todos los corredores sabían que se iba dilucidar al sprint porque los velocistas tienen pocas oportunidades en este Tour y solo un corredor quiso entrar en una escapada en una etapa tan larga. Fonseca se marchó en el primer kilómetro con la esperanza de que alguien le acompañara, pero nadie quiso seguirle y sin esforzarse demasiado enseguida alcanzó una renta de nueve minutos que el Tinkoff redujo a los tres para que a partir de ahí tanto el fugado como el pelotón marcharan casi a un ritmo de cicloturistas. A pesar del acelerón de los últimos kilómetros, la media del ganador de la etapa fue de 37 kilómetros hora y se llegó con mucho retraso.

Al tener solo un corredor por delante, el pelotón se lo tomó con mucha tranquilidad y el corredor del Fortuneo tampoco apretó hasta que Thomas Voeckler (Direct Energie) saltó del grupo a 60 kilómetros de meta para ayudarle y mantenerse los dos en cabeza hasta que fueron atrapados a falta de ocho. Fonseca estuvo 215 en cabeza de carrera para dar presencia al conjunto más modesto del Tour.

En esos últimos kilómetros los equipos de los sprinters y los de los favoritos, sobre todo Sky, Etixx y Lotto, sí imprimieron un fuerte ritmo en cabeza para evitar las caídas de Froome y para llevar controlada la carrera los equipos de Kittel y Greipel, pero Cavendish fue el más rápido.

Los sprinters tendrán hoy una nueva oportunidad con la etapa más larga, 237,5 kilómetros entre Saumur y Limoges, con una sola cota de cuarta a 50 de meta. No sería de extrañar que se repita la historia de ayer porque ni tan siquiera hay emoción por la montaña. Otra etapa para echar la siesta salvo que ASO lea la cartilla a los equipos invitados.

Tres etapas sin apenas caídas ni abandonos

Siempre se dice que la diferencia del Tour con el resto de las grandes vueltas es que en cualquier momento puede pasar algo, que no hay etapas de transición, que la primera semana es muy peligrosa por las caídas... Pero la carrera este año ha superado sus tres jornadas iniciales sin tanta tensión, sin apenas caídas, aunque las de Contador han tenido gran repercursión y la del primer día del sprint ha dejado muy tocados a Bennett y Morkov, que ayer volvió a entrar último. Los 198 corredores que tomaron la salida siguen en carrera, ninguno se ha visto obligado al abandono. Los equipos de los favoritos llevan bien arropados a sus líderes y solo les quedan tres etapas hasta llegar a los Pirineos y una de ellas es de media montaña. En cierta medida se ha impuesto una tregua entre los equipos más fuertes desde que se cayó por vez primera Contador. Nadie quiere que su líder se quede fuera de carrera.J.I.