Iñaki ZARATIEGI
DONOSTIA
Elkarrizketa
GEORGE BENSON
MÚSICO DE JAZZ

«Siempre he intentado conseguir que mis músicas gustaran al mayor número de gente»

En más de 60 años como guitarrista y cantante de jazz-pop, el norteamericano George Benson acumula unos 70 discos, 10 premios Grammy y millones de grabaciones vendidas. Debutó en el Jazzaldia donostiarra en 1986 y volvió en 2010 llenando el Kursaal. Regresa mañana al mismo escenario, anticipándose a la gran cita jazzera guipuzcoana que arranca el día 20. Antes habló por teléfono con GARA desde París.

Le llamo desde Donostia, en cuyo Festival de Jazz ha actuado un par de veces.

Vengo de Inglaterra y estoy dos días en el parisino Olympia. Actuaré para ustedes tras pasar por Barcelona. Con el ajetreo de los viajes y a estas horas de la mañana, mi cabeza no está como para recordar detalles de su ciudad.

Tras más de 60 años de profesional ha publicado su autobiografía. ¿Por qué?

He acumulado grandes experiencias y conocido a gente importante, pero pasan los años y te olvidas de muchas cosas. Mis amigos me decían: ‘debes escribir tus experiencias’. Y me decidí. Estoy orgulloso del libro porque explica unas vivencias excepcionales y puede enseñar mucho a músicos que intenten despuntar en este loco mundo y no saben qué futuro les espera.

A los 7 años pedía ya una guitarra, pero era demasiado pequeño para manejarla.

¡Era el doble de grande que yo! Pero encontré en la basura un ukelele roto. Mi padrastro, guitarrista, lo reparó, me enseñó unos acordes y empecé a cantar en la calle por unas monedas.

¿Quién iba a decir que el mísero niño callejero llegaría a estrella?

Increíble, sí. Recordaré siempre la ayuda de mi padrastro; me prestaba su guitarra y el amplificador y arregló también una para mí. Y mi primo, que me prestó su gorra de béisbol para las monedas. Cuando me codeé con algún grande del jazz de mi ciudad me decía: ‘te echaba dinero cuando tocabas en aquella esquina’.

¿Qué decía su madre de aquel avispado «Little Georgie»?

Flipaba. Con ocho años empecé a actuar en clubs y grabé alguna canción. Llevaba más dinero a casa en un día que ella en dos semanas. Salí en el periódico y estaba obsesionada con que la gente nos creería ricos y me raptarían para pedirle un rescate.

Más que como guitarrista entonces era cantante.

Sí, hacía versiones blues, de los Beatles, canciones standard… No dejé el ukelele por la guitarra hasta los 15 años; era bastante mediocre, pero no había muchos guitarristas por allí. Y cuando escuché al saxofonista Charlie Parker caí rendido al jazz. Luego fui conociendo la música de Charlie Christian, Wes Montgomery…

Aquel prometedor guitarrista recaló con 19 años en Nueva York, grabó su disco de debut y colaboró con el mismísimo Miles Davis. ¿Cómo fue ese encuentro?

Fue en 1968, toqué en “Paraphernalia”, de su disco “Miles in the Sky”. Ya sabrá la reputación que tenía Miles, pero no creo que fuera difícil sino muy singular. No era fácil trabajar con él, nunca sabías por dónde iba a salir, pero sí sabías que iba a ser algo especial. Me pidió unirme a su banda, pero no quise. Y fuimos buenos amigos.

Vino luego el giro definitivo como cantante-instrumentista hacia esquemas más soul-pop apoyado en el gran productor Quincy Jones.

Quincy me lo explicó claramente: ‘¿quieres que te escuchen unos pocos o el mayor número posible de gente?’. Tomé la buena decisión porque ya era cantante desde mis inicios.

¿Encontró un equilibrio entre la voz y la guitarra y entre el pop y el jazz?

Exactamente. Siempre he intentado conseguir que mis músicas gustaran al mayor número de gente.

En su 70 cumpleaños grabó un tributo a Nat King Cole. ¿Cuál es su conexión musical con él?

Fue un experto pianista, supo bien lo que hacía. Un creador sensible y un innovador del jazz a trío que no tuvo suficiente reconocimiento en ese campo.

El año pasado grabó «Higher Than The World» en dúo con Van Morrison, ¿cómo le fue con el cantante irlandés?

Lo grabamos en el estudio londinense de Mark Knopfler. Van es un gran músico, no hay nadie que se le parezca. Lo pone todo en una canción y así lo hizo en esa ocasión.

En el Kursaal sonarán las joyas de su recopilación «The Ultimate Collection». ¿Alguna novedad? ¿Con los músicos de hace seis años?

Haré mis mejores éxitos, es lo que la gente pide. Y otras piezas. En la banda hay algún cambio; incluye una mujer a la percusión [el grupo sería: David Garfield (piano, teclados), Michael O’Neil (guitarra, voz), Stanley Banks (contrabajo), Thom Hall (teclados), Khari Parker (batería) y Lilliana de los Reyes (percusión y voz)].

Parece que no se jubila, ¿cómo le gustaría ser recordado?

Si las cosas van en buena dirección hay que dejarlas fluir y seguir navegando en la buena ola. Lo he tenido todo a mi favor. Me gustaría que me recordaran como alguien que amó la música y amó comunicársela a la gente.