L a franquicia “Ice Age” es demasiado rentable para el estudio de animación Blue Sky como para que “El gran cataclismo” vaya a ser la última y definitiva entrega. No obstante, el hecho de ser la quinta entrega ya empieza a pesar en el ánimo de un público y una crítica que se conocen de memoria los gags visuales protagonizados por la ardilla que persigue incansablemente la bellota que, por uno u otro motivo, siempre acaba escapándosele. Y esta vez tampoco la atrapa, así que puede haber una sexta entrega perfectamente. Si el capítulo suena a despedida es debido a que la eterna búsqueda del escurridizo alimento se ha llevado al espacio exterior, adquiriendo unas proporciones galácticas dificilmente superables, y que se salen de la era de la glaciación en la tierra, que fue el punto de partida de la serie. Pero a los guionistas se les ha ocurrido que Scrat excave en la nieve, hambrienta y desesperada, yendo a dar con una nave extraterrestre allí oculta. Teletransportada a otros mundos, provoca el nacimiento del universo conocido, a la vez que desvía accidentalmente un meteorito hacia su planeta de origen, lo que podría suponer el fin de la vida y del resto de personajes animados.