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CLEVELAND

Investido candidato, Trump mira hacia Clinton para cerrar heridas

Investido oficialmente como candidato republicano a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el magnate Donald Trump intenta ahora cerrar las heridas que ha dejado su figura en el «viejo partido». Y el único punto que le une con quienes rechazaban su nominación es su gran hostilidad hacia la candidata demócrata, Hillary Clinton. Trump aceptará hoy formalmente la investidura en un discurso que cerrará la convención.

«Ahora es el partido Trump», afirmó ayer Paul Manafort, portavoz del magnate neoyorkino que fue investido oficialmente el martes como candidato republicano a la Presidencia de EEUU. De esta forma, quiso subrayar la unidad del partido en torno a Trump, a pesar de que las cicatrices de las luchas internas aún no se han cerrado.

Antes del gran show final de hoy –con el discurso en prime time y la suelta de 125.000 globos, en el recinto de Cleveland donde se reúnen los casi 2.500 delegados– Trump quiere consolidar su control sobre un partido al que su candidatura ha dividido profundamente.

«Es un espectáculo televisado y solo somos figurantes» lamentaba un delegado antiTrump de Virgina. Para Jeff Anderson, delegado de California, es un momento delicado «porque ha derrotado a 16 candidatos», pero «todo el mundo va a unirse en torno a Trump. Creo que va a derrotar a Hillary. América está realmente preparada».

Mensaje a Ohio

En un breve mensaje de vídeo difundido tras el voto de los delegados, Trump prometió el martes «ir hasta el final» y, a través de Twitter pidió a los habitantes de Ohio que no olviden, a la hora de votar «que los republicanos han elegido Cleveland antes que ningún otro estado».

Pero este Estado clave, que puede orientarse hacia un partido u otro, simboliza el desgarro del «Grand Old Party». Su gobernador, John Kasich, que fue rival de Trump, no oculta su rechazo a la nominación. Otros de los que fueron oponentes en las primarias aparecerán antes del discurso de aceptación del gobernador de Indiana, Mike Pence, elegido por Trump como su candidato a la vicepresidencia. El gobernador de Florida, Marco Rubio, habitualmente humillado por Trump con el sobrenombre de «pequeño Marco», intervendrá pero a través de un vídeo para guardar distancias. Y el discurso del ultrarreligioso Ted Cruz será seguido con atención para ver hasta dónde llega su apoyo a Trump.

Al igual que otros participantes, deberá centrarse en el único punto con el que el partido puede eludir sus divisiones: el rechazo a la candidata demócrata, Hillary Clinton. «¡Encerradla!» gritaban el martes los acalorados delegados, pidiendo prisión para la ex secretaria de Estado durante un virulento discurso de Chris Crhistie, gobernador de New Jersey.

El plagio a Michelle Obama, de «manipulación» a «error»

Una redactora de Trump Organization, Meredith McIver, reconoció ser la responsable del plagio en el discurso en la convención republicana de Melania Trump, mujer del candidato republicano a la Casa Blanca, algunos de cuyos párrafos fueron calcados a una intervención de Michelle Obama en 2008. El partido republicano cambió así totalmente su estrategia y, unas horas después de que el director de la campaña, Paul Manafort, calificase la polémica por el plagio como una «manipulación» de los medios que buscan favorecer a la futura candidata demócrata, Hillary Clinton, McIver emitió un comunicado en la página oficial de la campaña de Trump en el que se disculpó por lo ocurrido y lo calificó de un «error inocente». Lo achacó a que Melania Trump se inspiró en algunas ideas de Michelle Obama, que ella incluyó en el texto de forma literal. Según la redactora, ofreció su renuncia a Donald Trump. pero este la rechazó asegurando que «la gente comete errores inocentes y que de estas experiencias se aprende y crece». GARA