Esa sensación de haber vivido antes una situación pese a que haya sucedido por primera –y, quizás, unica– vez, es lo que se define con el término francés de déjà vu. Pues bien, seguir la actualidad de las dos ligas ARC es lo que provoca: una eterna sensación de repetición de la jugada, con Ondarroa y Oiartzungo Itsaslapurrak llevándose regata tras regata, con mayor o menor diferencia, con uno u otro liderando al resto, pero siempre ellos en cabeza.

Siete victorias en nueve pruebas, he ahí el bagaje de la «Antiaguako Ama» en la Liga ARC-1. No puede decir que la «XXXI. El Correo Ikurriña - BBK Sari Nagusia» ya la tenga en su bolsillo, ya que Donostiarra, segundo ayer en la primera jornada en Lekeitio, está a menos de cuatro segundos. Pero lo cierto es que, a efectos clasificatorios, Ondarroa aplica un rodillo impacable.

Getaria sigue segundo en la división de plata, pero en el mediodía de ayer caía hasta la cuarta posición, por detrás de Donostiarra e Isuntza, de forma que Ondarroa aventaja en 18 puntos a Getaria, que es la segunda; 22 a Donostiarra, tercera; y 26 puntos a Pedreña, cuarta.

Lekittarra lograba un gran tiempo en la segunda tanda, y durante largo y medio hubo espacio para la sorpresa. Luego se vio que Ondarroa iba más fuerte, que Getaria iba a pagar su empeño en seguir la estela de la «Antiguako Ama» y que Isuntza quizás hubiera bogado más equilibrado de haberlo podido hacer en la tanda de honor. Donostiarra, yendo de menos a más, completó también una buena regata, lo que le permite aspirar a la bandera.

El ogro de Zumaia

Lo de Oiartzun ya no es solo un déjà vu; es pura tiranía. Lo visto en la «VI. Zumaiako Ikurriña», con 14 segundos de ventaja para Itsaslapurrak respecto al segundo clasificado, una sorprendente Zumaia B, no puede tener otro calificativo.

Lo extraño fue ver cómo Arkote caía hasta la quinta posición, o una Iberia que sumaba su mejor resultado de la campaña al colarse en la sexta plaza.

Pero en lo que respecta a la primera y última posición de la Liga ARC-2, tanto Oiartzun como Colindres son infalibles.