La velocista Tania Calvo no pudo superar las clasificatorias de velocidad individual por tan solo un puesto y diez centésimas, al quedar 19ª –se clasificaban las 18 primeras–, por lo que la gasteiztarra se despidió de Brasil después de disputar tres pruebas de ciclismo en pista.

Calvo marcó un tiempo de 11.162, por los 11.152 de la azerbaiyana Olga Ismayilova, 18ª, mientras que la más rápida de la serie fue la británica Rebecca James. Con un crono de 10.721, logró además récord olímpico. Su compatriota Katy Marchant fue segunda (10.787) y la hongkonesa Wai Sze Lee, tercera (10.800).

Tania Calvo tomó parte en la prueba después de haber sufrido una caída en la primera ronda de keirin el día anterior, lo que le provocó dolor de cabeza, en el hombro y en la rodilla. Este hecho le pudo pasar factura a la velocista gasteiztarra, que finalmente se despide de Río con un diploma olímpico en equipos, logrado junto a Helena Casas, al ser séptimas de la prueba.

Oro para las británicas

Entre tanto, el equipo femenino de Gran Bretaña rubricó el camino emprendido por los chicos, y se adjudicó la medalla de oro en persecución batiendo un nuevo récord mundial. Laura Trott, Johanna Roswell –campeonas en Londres 2012–, Katie Archibald y Elinor Barker bajaron dos segundos con respecto al récord que establecieron dos días antes y lo establecieron en un tiempo de 4:10.236, dos segundos por debajo de las estadounidenses, que se adjudicaron la plata con un crono de 4:12.454.

Canadá (4:14.627) venció a Nueva Zelanda (4:18.459) en la lucha por el bronce y repitió el mismo metal que cosechó hace cuatro años en Londres.

Por otro lado, la holandesa Elis Ligtlee, de tan solo 22 años, se hizo con la medalla de oro en keirin al cruzar el velódromo con un tiempo de 11.217 y en una velocidad media de 64,188 kilómetros por hora. La campeona europea de keirin en 2015 y 2013 superó a la británica Rebecca James, plata, y a la australiana Anna Meares, bronce.