M.I.
SECUESTRO

La maternidad como fuente de suspense

La veterana productora Mar Tarragona hizo una única incursión en la realización hace dos décadas con “Muere mi vida” (1995), pero la recepción fue pésima y no ha vuelto a repetir la experiencia. Ahora se decide a retormarla, sin mejorar sustancialmente los resultados, por lo que cabría pensar que su decisión se haya debido a problemas internos del proyecto, aunque ella ha declarado que se siente atraída por el guion de Oriol Paulo para “Secuestro”, porque toca en primer plano el tema de la maternidad. De hecho, lo que lleva a la protagonista a verse envuelta en una turbia trama de suspense es el instinto de protección que le inspira su hijo pequeño. Pero hay amores que matan, y en lugar de salvar al niño de los peligros a los que se ha visto sometido en un principio, no hace sino agravarlos más y más. En todo ello tiene mucho que ver su profesión de abogada, relacionada con el tipo de corruptelas a las que ningún político o jurista parece escapar en la actualidad dentro del Estado español. Blanca Portillo regresa al cine con este papel, pero se nota demasiado el tiempo que lleva haciendo televisión en un producto que diríase pensado para dicho medio. Está muy mal dirigida.