Imanol CARRILLO
VASCOS EN RÍO 2016

La testarudez de esta triatleta ejemplar supera todos los obstáculos posibles

La zarauztarra se presenta a sus cuartos Juegos lastrada por una inoportunalesión de última hora. Quiere estar en la salida, aunque será difícil acabar.

«No están siendo mis JJOO soñados. El martes me confirmaron que tenía una fractura de estrés en el calcáneo. Fue un golpe muy duro, pero no queda otra que aceptarlo... Mañana (por hoy) será casi imposible acabar la carrera, pero estaré en la salida haciéndolo lo mejor posible». He ahí la grandeza de Ainhoa Murua en la víspera de competir en sus cuartos Juegos.

La triatleta zarauztarra está a punto de alcanzar este hito, al alcance de muy pocos. En Euskal Herria solo otras tres deportistas lo han conseguido: la jugadora de hockey Maider Telleria, la esquiadora Ainhoa Ibarra y la gimnasta Almudena Cid.

A sus 38 años y consciente de que su retiro deportivo está cerca, la guipuzcoana llegaba a esta cita con el objetivo de mejorar el diploma olímpico de Londres 2012 –fue séptima–, «un resultado muy positivo y una carrera que llevo grabada en la memoria», explicaba Ainhoa Murua. «Me gustaría ir para sentir que soy competitiva y que soy capaz de ir ahí adelante», constataba.

No estará en su mejor momento de forma por la lesión en su talón, pero sabe perfectamente lo que es trabajar a fondo para conseguir las metas. Y todo ello con su innata testarudez. «Es verdad que lo soy, pero es lo que se exige para llegar a ciertas metas, y qué decir para llegar a cuatro Juegos», señala ella.

15 años al máximo nivel

Lejos queda ya aquella Ainhoa Murua de 20 años, cuando se interesó por el triatlón tras practicar la natación desde los 6 años. Desde 2002 hasta 2016 ha pasado 15 años continuados al máximo nivel internacional, no superado por ningún triatleta vasco.

A lo largo de este viaje, Murua ha tenido siempre «la ayuda imprescindible» de su pareja, el también triatleta Jon Unanue, con quien comparte vida y entrenos. Y no siempre en los mejores momentos. Teniendo en cuenta que las condiciones que necesita un triatleta para entrenar en invierno no se pueden obtener en Euskal Herria, la pareja lleva varios años partiendo cada 1 de enero hacia Almería.

Su tenacidad deberá afrontar «un triatlón digno de auténticos triatletas», afirma su entrenador Iñigo Mujika. 1.500 metros a nado, ocho giros en bicicleta a un trazado de 40 kms con dos repechos y 10 kms de carrera a pie es el gran reto a las 16.00.

Ainhoa Murua será la más veterana, y entre sus rivales estará la suiza Nicola Spirig. Ambas compartirán el honor, junto con la alemana Anja Dittmer –ya retirada–, en ser las únicas triatletas con cuatro Juegos. Murua tiene claro a quién dedicará su hazaña: a su tío, que falleció hace poco y era su seguidor más fiel. «Sé que en esta última etapa también lo tendré a mi lado». Sin duda, su apoyo moral, unido a la testarudez de la zarauztarra, la harán pasar a la historia.