Vestidos de blanco, ondeando banderas de Venezuela, con pancartas por el «cambio» y el referendo revocatorio contra Nicolás Maduro, decenas de miles de opositores al Gobierno bolivariano se concentraron en el este de Caracas. «O marchamos o nos morimos de hambre, el Gobierno ya no nos asusta», dijo a AFP Ana González, de 53 años.

«Y va a caer y va a caer, este gobierno va a caer», «Venezuela tiene hambre», gritaban los participantes en la llamada «Toma de Caracas», con la que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) pretende abrir una nueva etapa de movilizaciones para exigir la consulta.

Pero la respuesta en el centro de Caracas, en la Plaza Bolívar, de los seguidores de Maduro, ataviados con camisas y gorras rojas, fue igual de contundente y multitudinaria. Los chavistas gritaban vivas a Maduro y «el pueblo unido jamás será vencido» en un acto que bautizaron como la «Toma de Venezuela». «Estamos aquí para responder a nuestro presidente y defender la revolución», aseguró Carolina Aponte, ama de casa de 37 años.

Unas horas antes, Maduro pidió a los venezolanos que no de dejaran «solo» en la «defensa del país, la paz, la democracia y la soberanía» y respondieran ante la convocatoria de la «derecha fascista venezolana».

El presidente aseguró que su Gobierno derrotó un intento de «golpe de Estado» tras detener a 92 paramilitares colombianos y a importantes dirigentes opositores que pretendían llevar a cabo una «emboscada violenta y fascista» ayer para «ensangrentar Venezuela»

Las marchas discurrieron con calma, pero al término de la manifestación opositora, grupos de jóvenes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, que llevaron a cabo un enorme despliegue para evitar que ambas marchas chocaran.

La MUD reclama al Consejo Nacional Electoral (CNE) –al que acusa de chavista– que fije la fecha de recogida de los cuatro millones de firmas necesarias para convocar la consulta, que quiere que sea antes del 10 de enero, para que se convoquen nuevas elecciones.

Ayer, al término de la manifestación, la MUD convocó una concentración el 7 de setiembre ante las oficinas del CNE en todo el país para ratificar sus exigencias sobre el referendo. También anunció para el 14 de setiembre otra movilización de 12 horas de duración en todas las capitales de estado.

Revierten al Estado boliviano áreas mineras privatizadas

El Gobierno de Bolivia firmó ayer un decreto que «revierte a dominio del Estado» las áreas que las cooperativas mineras entregaron por contrato –más de treinta– a empresas privadas nacionales o extranjeras. Las áreas que vuelven a poder del Estado son aquellas que las cooperativas mineras traspasaron a empresarios privados en contratos de riesgo compartido, arrendamiento o subarrendamiento, así como las áreas en las que no se desarrollaron actividades de explotación. Además, las cooperativas estarán obligadas a informar al Gobierno sobre el volumen, valor de su producción e ingresos para hacer un reparto equitativo entre socios.

Otro de los decretos aprobados reconoce los derechos laborales, sociales y la seguridad social para los trabajadores de las cooperativas y subraya la plena vigencia del derecho a sindicación en ellas.

Los cooperativistas protagonizaron la semana pasada violentas protestas en las que murieron cuatro mineros y se mató a golpes al viceministro Rodolfo Illanes.GARA