GINEBRA

La ONU denuncia el uso creciente de bombas de racimo en Siria y Yemen

Las prohibidas bombas de racimo siguen siendo utilizadas y dejaron en 2015 un saldo de 417 muertos. Un informe de la ONU denuncia que su uso ha aumentado desde la implicación de Rusia en Siria pero no olvida tampoco su utilización en Yemen por parte de Arabia Saudí.

La utilización de bombas de racimo, un arma prohibida internacionalmente, aumentó en Siria desde que Rusia se implicó con sus bombardeos de apoyo a Damasco, según revela un informe de la ONU realizado por organizaciones como el Monitor Bombas de Racimo, la Campaña Internacional contra las Minas y Human Right Watch (HRW).

El informe computa en 2015 un total de 417 nuevas víctimas mortales (97% civiles), de ellas 248 en Siria y 104 en Yemen.

El informe revela que desde julio de 2012 las fuerzas gubernamentales sirias utilizaron 13 tipos de bombas de racimo en 360 ataques y en 10 de las 14 provincias sirias. «Rusia ha negado la utilización de municiones de racimo en Siria (...) en áreas controladas por la oposición, pero existe evidencia convincente de que las está usando», afirmó Mary Wareham, experta de HRW. Preguntada por esas evidencias, precisó que «hay bombas de racimo almacenadas en la base rusa en la provincia de Lataquia». Agregó que, con excepción de un tipo, todas las bombas de racimo utilizadas en Siria eran de fabricación soviética o rusa, y datan de entre 1991 y 1992. Concluyó que la aviación rusa «es la única con dos tipos particulares de bombarderos utilizados para lanzar ciertos tipos de municiones de racimo en Siria».

En Yemen, «Arabia Saudí y otros miembros de la coalición (suní) contra los (rebeldes) hutíes han lanzado bombas de racimo desde tierra y aire, con al menos 19 ataques entre abril de 2015 y febrero», denunció.