Beñat ZALDUA
VISITA DEL PRESIDENTE ESPAñOL EN FUNCIONES

Rajoy hace cosas en Donostia

El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, visitó ayer la capital guipuzcoana, donde evaluó el avance de la humanidad en una visita al centro de investigación Tecnalia, tras lo cual se comió unas gildas. Solo al final de la mañana pidió el voto del domingo para el Partido Popular.

«La humanidad sigue avanzando», constató ayer el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, tras una visita a la corporación Tecnalia, donde vio a gente «hacer cosas», según explicó. En su segunda y penúltima visita a Euskal Herria durante esta campaña, Rajoy, cuyo Gobierno ocupa el primer puesto europeo en recortes en investigación, desarrollo e innovación (cifras de la poco sospechosa OCDE), aprovechó su visita al centro de investigación para reivindicar el I+D+I como motor de la economía.

Una visita que, vistas las imágenes, cabe dar por verdadera, pero que los redactores no pudieron comprobar sino a través de un plasma en el que Rajoy iba descubriendo con cara de asombro diferentes avances tecnológicos, incluido un robot de nombre Hero al que la señal de televisión proporcionada por el PP enfocó sospechosamente durante largo rato. Quién sabe si por la confusión. Tras más de una hora de espera suavizada por cafés y refrescos (¿quién se acuerda de la imposibilidad de preguntar con un tentempié delante?), el candidato a lehendakari, Alfonso Alonso, y Rajoy comparecieron ante una cámara de televisión, a la que prometieron «desarrollar y apoyar la industria» (Alonso) y a la que pidieron «estabilidad» para poder gobernar en Madrid (Rajoy).

Las intervenciones apenas duraron cinco minutos, ya que en la plaza Santa Catalina esperaba el Gilda Truck, el camión repleto de aceitunas y anchoas que sigue a Alonso allá adonde va. No lo tenían fácil ayer; competían con la llegada al contiguo María Cristina de Sigourney Weaver, que ganó en fans por goleada.

Rajoy llegó pasadas las 13.30. Lo hizo a pie, caminando rápido, interrumpido solo por aquellos que milagrosamente consiguieron romper el notorio cordón de seguridad que rodeaba al presidente en funciones. Dos mujeres mayores allá, un par de selfies con jóvenes aquí, y una persona con discapacidad intelectual en la recta final. Pura espontaneidad premiada con la debida gilda. «Est le president?», preguntaba una visitante. «Sí, sí, Mariano el grande», entre risas dos trabajadores del Zinemaldi.

A por los 150.000 del 26J

Fue al final de la mañana, una vez descubiertos los últimos avances tecnológicos y cumplido religiosamente con el vermut, cuando llegó la hora de la política. Al fin y al cabo, la cita electoral del domingo está a la vuelta de la esquina. En la pequeña sede de campaña, llena con apenas una treintena de militantes, apenas cabía un alfiler tras la entrada de los periodistas y del séquito de Rajoy y Alonso, formado entre otros por Borja Semper, Javier Maroto, Iñaki Oyarzabal y Carlos Urquijo.

Tras la presentación de Semper, Alonso arrancó maldiciendo el nacionalismo (vasco) que no se abre al mundo, lo que no le impidió loar a las empresas guipuzcoanas, «líderes en exportación». Pese al desfile triunfal de Iñigo Urkullu por las principales cabeceras estatales, en las que se ensalza su moderación, el candidato lo criticó por «meterse en un lio» al referirse a una remota independencia de los siete herrialdes.

Alonso también ligó el 25S con la gobernabilidad en el Estado, asegurando que «un voto al PP es un voto para la estabilidad en España», pero fue Rajoy, en su intervención final, quien situó el orden de prioridades. «El domingo se celebran unas elecciones trascendentales, está en juego lograr un Gobierno vasco que no vaya por el camino equivocado hacia ninguna parte, como han hecho otros en otras partes de España», dijo en clara referencia a Catalunya. Con la lección bien aprendida en cuanto a la defensa de «la tradición foral y el concierto económico», Rajoy pidió el voto a las 150.000 personas que le dieron su apoyo en las elecciones del 26 de junio. El objetivo: «Un País Vasco cada vez más integrado en España».

PP

«Está en juego lograr un Gobierno vasco que no vaya por el camino equivocado hacia ninguna parte, como han hecho otros en otras partes de España»

Mariano RAJOY

Presidente del Gobierno español en funciones