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ALEPO
GUERRA EN SIRIA

Damasco prepara la ofensiva sobre Alepo con un feroz bombardeo

El Gobierno sirio y su aliado ruso han sometido a Alepo en las últimas horas a un feroz y continuo bombardeo que ha causado casi un centenar de muertos y la destrucción de decenas de edificios. Damasco anunció que los ataques aéreos son el preparativo de una ofensiva que incluirá artillería y fuerzas terrestres.

El régimen sirio está sometiendo a los barrios bajo control insurgente de la ciudad de Alepo a una lluvia de bombardeos constantes, preludio de la que anunció como la ofensiva para retomar toda la localidad, que incluiría una operación terrestre. El aumento de los bombardeos ha sido creciente desde el final del cese el fuego pactado por EEUU y Rusia, pero en las últimas horas se han sucedido sin descanso, con decenas de muertos y una considerable destrucción de viviendas.

El director de uno de los hospitales de la zona, Hamza al-Jatib, afirmó que al menos 91 personas habían fallecido, elevando el balance que ofreció previamente el director de Defensa Civil de la ciudad, Ammar al-Selmo, que habló de más de 70 muertos. «Lo que está ocurriendo ahora es una aniquilación en todos los sentidos de la palabra. Hoy el bombardeo es más violento, con un mayor número de aviones», declaró a Reuters.

Según precisó, las bombas convirtieron en escombros al menos 40 edificios, atrapando entre las ruinas a sus habitantes. Entre los edificios alcanzados figuran tres sedes de Defensa Civil, cuyos miembros son conocidos como los «cascos blancos» y se dedican al rescate de heridos en estos ataques.

Esta dura ofensiva llega cuando el Ejército sirio anunció el jueves que a los bombardeos aéreos y de artillería seguirá un asalto terrestre. «En lo que respecta a los ataques aéreos o con artillería, podrían continuar durante algún tiempo, dependiendo de la situación en el terreno y de las pérdidas de los terroristas», explicó una fuente militar. «Como cualquier operación militar, comienza con bombardeos aéreos y de artillería preparatorios y luego viene el trabajo de las fuerzas terrestres en función de los resultados de los bombardeos y su impacto», explicó.

Tras conocerse el elevado número de muertos que está causando la ofensiva, el Ejército aseguró ayer que su objetivo «son solo blancos militares y concentraciones de terroristas».

En cambio, Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció el bombardeo indiscriminado de zonas civiles. «La población de Alepo, ya ahogada por el cerco que padece, es víctima de nuevo de un terrible ataque. También hemos recibido informaciones que hablan de que en muchas zonas de la ciudad los heridos y los enfermos no tienen ningún lugar al que acudir y, simple y llanamente, se les deja morir», señaló su coordinador en Siria, Carlos Francisco.

Los más intensos

Residentes en el este de Alepo, donde se estima que viven unas 250.000 personas, relataban que las calles estaban de nuevo desiertas. Tanto los rebeldes como el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) aseguraron que los bombardeos eran obra de aviones rusos. Los residentes también hablaron de ataques por helicópteros con barriles bomba, una práctica que atribuyen al Ejército sirio. «Los aviones no dejan el cielo, hay helicópteros, barriles bomba, aviones de combate...», relataba Mohamad Abu Rajab, un radiólogo. Un comandante insurgente afirmó que son los bombardeos más intensos a los que se ha enfrentado la ciudad.

Alepo se ha convertido en un objetivo estratégico en la guerra siria. Dividida entre el este controlado por el Gobierno y los barrios occidentales en manos de grupos insurgentes, el Ejército de Bashar al-Assad mantiene asediada la zona oriental y quiere ahora reconquistar totalmente la que fuera capital económica de Siria. El pasado 17 de julio las fuerzas del régimen cortaron la última vía de aprovisionamiento de los rebeldes, al carretera de Castello. Los grupos armados rebeldes lograron romper el cerco a comienzos de agosto por el sur, pero un mes después el Ejército volvió a cerrar el asedio.

Según el OSDH, al menos 130 civiles han muerto entre el 31 de julio y el 8 de setiembre, además de 700 combatientes de los dos bandos. Solo la tregua entre el 12 y 19 de setiembre llevó cierta calma. En Alepo, los insurgentes son aliados del Frente Fatah al-Sham, antiguo Frente al-Nosra, (Al Qaeda), mientras el régimen, además de la aviación rusa, cuenta con el apoyo de combatientes iraníes y milicianos de Hizbulah.

Partir el país

Según el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, el propósito del Gobierno sirio es «jugar la carta de una partición de Siria» conquistando todas las regiones «útiles» del país.

«El régimen sirio y sus aliados no renuncian a su huida militar hacia adelante», acusó el ministro francés. La «Siria útil» se refiere a un eje que se extiende de norte a sur desde Damasco a Alepo e incluye las ciudades de Homs, Hama, Idleb y el acceso al Mediterráneo en los puertos de Lataquia y Tartus.

«La situación puede ser legítimamente calificada de desesperada», estimó Ayrault, que exhortó a Rusia, aliado de Damasco, a «parar esta carnicería», si bien también subrayó la responsabilidad particular de EEUU, que «ha dado un giro histórico».

EEUU estima que hace falta «un gesto extraordinario» para volver al cese el fuego

El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, apuntó «pequeños avances» en la crisis Siria, después de un encuentro con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, durante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York. Pero las posibilidades de volver al cese el fuego parecían remotas. Precisamente, Lavrov intervenía en la tribuna de la Asamblea, donde estimó «esencial» mantener el acuerdo firmado el 9 de setiembre en Ginebra para imponer el alto el fuego y subrayó la necesidad de «separar» a los grupos «terroristas» de la oposición para que pueda tener éxito. «Examinamos algunas ideas comunes de una manera constructiva. Punto», se limitó a señalar Kerry. «Fue una conversación constructiva, pero no fue una reunión formal, y no tenemos ninguna propuesta que difundir»,

añadió una fuente diplomática estadounidense. El encuentro tuvo lugar un día después de una reunión de más de dos horas del Grupo Internacional de Apoyo a Siria (ISSG), que también se cerró sin resultados.

Tras ese encuentro, fuentes del Departamento de Estado aseguraban que hacía falta algo «bastante extraordinario» para revivir el proceso y el propio Kerry exigió a Moscú «un gran gesto» que cambie las cosas sobre el terreno para que un nuevo cese de hostilidades tenga credibilidad. Para EEUU, un gesto de este tipo consistiría en que los aviones sirios dejen de volar sobre las áreas de la oposición «Si Rusia demuestra seriedad, trabajaremos con la oposición para actuar de forma recíproca», afirmó Kerry.

Por su parte, el ministro francés de Exteriores, Jean-Marc Ayrault, demandó una supervisión colectiva, entre varios países, de un alto el fuego. «No dejemos que Alepo se convierta en la Gernika del siglo XXI», pidió.GARA