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CALAIS

Hollande confirma que quiere cerrar el campo de Calais antes de fin de año

El presidente francés, François Hollande, confirmó ayer desde Calais su intención de cerrar antes de fin de año el campamento donde miles de migrantes se hacinan esperando pasar a Gran Bretaña. Además pidió a Londres que «asuma su responsabilidad» en esta crisis.

El presidente francés, François Hollande, que durante mucho tiempo ha pasado de puntillas sobre el tema de la inmigración, ha empezado en los últimos días a otorgarle relevancia en su agenda. Siguiendo los pasos de la derecha francesa, y como hizo la semana pasada el expresidente Nicolas Sarkozy, ayer visitó Calais por primera vez desde su elección en 2012. Allí se reunió con políticos locales, ONG y empresarios pero no visitó el campamento de migrantes, que prometió que será «completamente desmantelado», como había anunciado ya su Ministerio de Interior. «El Gobierno irá hasta el final», confirmó Hollande.

Entre 7.000 y 10.000 refugiados viven actualmente en este campamento conocido como la «jungla», donde aguardan en condiciones deplorables una oportunidad para cruzar a Gran Bretaña.

Hollande se suma así al debate de la inmigración que ha acaparado la campaña de parte de la derecha con el objetivo de cortejar a los electores del ultraderechista Frente Nacional, al alza en todos los sondeos.

En la misma línea, Hollande reclamó a los británicos que «asuman su parte» de responsabilidad para resolver esta crisis. «Estoy determinado a que los británicos participen en el esfuerzo humanitario que Francia está realizando» en Calais, declaró. Como respuesta, un portavoz del Gobierno británico afirmó que «Lo que ocurre en la 'jungla' es en último término un problema de las autoridades francesas, que son las que de deciden qué hacer con ello. Nuestra postura está muy clara: seguimos comprometidos con la protección de la frontera que compartimos en Calais».

París reclama sobre todo aumentar los compromisos en relación con los permisos a los menores para reunirse con sus familias en Gran Bretaña.

En virtud del acuerdo firmado en 2003 entre París y Londres, la frontera británica se sitúa en el territorio francés y Londres contribuye con decenas de millones de euros a su control. Además, financia la construcción de un muro, cuyo coste está evaluado en 2,7 millones de euros, y que pasará a engrosar el arsenal de vallas y barreras construidas en Europa.

La derecha francesa critica la apertura anunciada de centros de migrantes en todo el territorio francés para acoger a las miles de personas evacuadas de Calais y cree que creará varios «mini Calais» en todo el país.