Horas antes de firmar oficialmente el Acuerdo Final en un histórico evento en Cartagena de Indias, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, auguró «un nuevo amanecer» para Colombia. El inicio de la ceremonia estaba previsto para las 17.00 hora colombiana (medianoche en Euskal Herria) con una duración de 70 minutos.

Hasta esta ciudad del caribe colombiano se desplazaron los presidentes de Cuba –país garante de los diálogos junto a Noruega–, El Salvador, Ecuador, Guatemala, Perú, Brasil, Argentina, Chile, México, Paraguay, República Dominicana; los cancilleres de Canadá, Noruega, Brasil, Suecia, del Estado español –José Manuel García-Margallo viajó junto al rey Juan Carlos– y de los Países Bajos; la vicecanciller de Italia; el secretario de Estado de Estados Unidos; los presidentes del Banco de Desarrollo de América Latina y del Banco Mundial; la directora del FMI; la ministra del Interior de Gran Bretaña; y el secretario general de la ONU y el de la Organización de Estados Americanos. Pero no fueron los únicos invitados. Unas 2.500 personas, incluidos tres expresidentes –el español Felipe González, el uruguayo José Mujica y el mexicano Ernesto Zedillo– y el exjefe de la ONU Kofi Annan, llenaron el Patio de Banderas del Centro de Convenciones de Cartagena. Todos fueron vestidos de blanco por exigencias del protocolo.

Este color ha marcado los momentos más relevantes del proceso de conversaciones. Particularmente emotivos fueron el anuncio del acuerdo de víctimas, el 23 de setiembre de 2015, con el apretón de manos entre Santos, Timoleón Jiménez «Timochenko» y el presidente cubano, Raúl Castro; la presentación de la Jurisdicción Especial para la Paz el 17 de diciembre de 2015 ante la presencia de una nutrida representación de víctimas del conflicto; el anuncio el 23 de junio de este año del acuerdo para la terminación del conflicto, que incluye los protocolos para la dejación de armas y el cese al fuego y de las hostilidades bilateral y definitivo, evento que al que asistió el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y en el que Santos entregó a Timochenko un balígrafo –una bala de ametralladora convertida en bolígrafo– o el 24 de agosto cuando los jefes negociadores de ambas partes suscribieron el Acuerdo Final. Con ese mismo balígrafo firmaron ayer el Acuerdo Final.

La histórica jornada arrancó con un homenaje del Gobierno a las Fuerzas Armadas –a quienes Santos atribuyó «la victoria» de la paz– y una misa en la iglesia de San Pedro Claver oficiada por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin. Por su parte, los miembros del Secretariado de las FARC se reunieron por la mañana con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, quien adelantó que «una vez que empiece a haber hechos» revisarán la inclusión de las FARC en su lista de «organizaciones terroristas». «Puede pasar rápido. Depende de cómo se muevan las cosas en Colombia», dijo a la televisión NTN24.«Si ellos se desarman, si se reintegran a la sociedad, son aspectos que se tienen en cuenta en la revisión», añadió.

Uno de los nudos aún sin resolver de este proceso es la situación de Simón Trinidad, preso en la cárcel de máxima seguridad de Florence (Colorado). Desde el inicio de las negociaciones, la delegación de paz de las FARC ha reclamado su puesta en libertad y mostrado la imagen de este emblemático guerrillero, designado por las FARC para coordinar el proceso de dejación de armas, que deberá ser completado en 180 días.

A este respecto, afirmó que si bien es «consciente» de las reiteradas peiticiones de libertad planteadas por las FARC, «Trinidad no era y no es parte de este acuerdo. Esto es algo que tiene que gestionarse a través del Departamento de Justicia, no del Departamento de Estado».

Decisión de la UE

La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, anunció la suspensión con «efectos plenos» de las FARC de la «lista de organizaciones terroristas» de la Unión Europea (UE) tras la firma del Acuerdo Final.

«Colombia ha tenido hoy el valor de pasar página después de 50 años de largo conflicto, dando muestras a todo el mundo de que la paz es posible y que puede lograrse con liderazgo y determinación. Colombia manda un mensaje de esperanza al resto del planeta», subrayó.

Remarcó también que la UE está dispuesta a continuar con su apoyo al proceso, centrándose «en la ejecución del acuerdo tras el plebiscito» del domingo, 2 de octubre. Bruselas aportará «un paquete de ayuda, que incluye un Fondo Fiduciario, de cerca de 600 millones de euros»

En entrevista con “El Espectador”, el Alto Comisionado para la Paz y negociador plenipotenciario, Sergio Jaramillo, llamó a la ciudadanía a votar «masivamente» a favor del «sí». «Es, literalmente, una decisión de vida o muerte», advirtió.

El ELN decreta un cese al fuego temporal y espera fijar pronto una fecha para ir a Quito

El ELN ha decretado un cese de las acciones ofensivas –«no defensivas»– para facilitar el plebiscito del próximo 2 de octubre, en el que los colombianos votarán a favor o en contra del Acuerdo Final entre las FARC y el Gobierno.

En una entrevista con Radio Nacional Patria Libre, el comandante y miembro del equipo negociador del ELN Pablo Beltrán subraya que «cada uno es libre y por eso tenemos la disposición de que no haya una acción ofensiva del ELN en esos días del plebiscito para permitir la participación». «Respetamos los acuerdos de La Habana aunque hay aspectos que no compartimos. Eso no significa que el ELN sea un obstáculo para los acuerdos, es más, en más de una ocasión el comandante Nicolás (Rodríguez Bautista) ha dicho que respetamos la refrendación de los acuerdos. Mal haríamos en llamar a la participación social y obstaculizar la refrendación. Ni empujamos ni nos oponemos a que la gente vote», resaltó. Afirmó que ambas guerrillas van por «el mismo camino» aunque lo hagan por «carriles diferentes».

Sobre las conversaciones con el Gobierno, congeladas desde hace seis meses, aseguró que el ELN está dispuesto a «flexibilizar asuntos» con los que el Gobierno no está de acuerdo, pero «no con una renegociación» de la agenda. «Ya hemos encontrado una solución para dar cabida a esas nuevas exigencias que ha puesto el Gobierno. La solución es ir haciendo acuerdos bilaterales frente a los problemas que ellos consideran que existen, como las retenciones. Tenemos la expectativa de poder fijar una fecha para ir a Quito. Ha habido problemas pero hemos tenido la flexibilidad para escuchar esos problemas y hacer los ajustes que satisfagan a todos en la coalición del Gobierno, pero hemos dicho que esos ajustes no van a significar una renegociación».GARA