Pablo CABEZA
BILBO

El deuvedé JULHNE27 recuerda a Jul Bolinaga

El 14 de noviembre de 2014 Jul Bolinaga, recordado guitarra de RIP y miembro de numerosos proyectos posteriores, fallece en el gaztetxe de Bergara mientras toca con The Potes. Al margen del duelo de familiares y amigos, la noticia conmueve a la comunidad musical. El 27 de junio de 2015 un festival en Arrasate glosa su recuerdo y el DVD «JULHNE27», lo blinda.

La tarde-noche del 14 de noviembre encoge el corazón de miles de aficionados a la música cuando trasciende que Jul Bolinaga, conocido especialmente por ser miembro de RIP, fallece en Bergara mientras actúa con The Potes, donde toca el banjo. Ese banjo que miembros de la banda acarician emotivamente en el festival homenaje que se le rinde en Arrasate el 27 de junio del año pasado y que ya es deuvedé.

El homenaje lo organiza Jul-en Lagunak y participan en la primera parte Magnificent 7, Karrocerias Betoño, Piztupunk y The Potes, su última formación y orientada hacia los sonidos irlandeses de pelea y fiesta. El segundo bloque se conforma con un amplio repertorio de RIP con algo más de una veintena de canciones y alrededor de cuarenta invitados. Mencionar cinco o... veinte nombres no sería pertinente, pues todos se dejaron el corazón en la fiesta de la vida sobre el pasado, así que mejor visionar el deuvedé bien para recordar aquella noche o descubrirla. No obstante, quede constancia de lo difícil que es no describir cada canción y cada músico que allí estuvo, con su bagaje, sus ganas y el intrínseco apoyo a la familia del guitarrista, su compañera y, en especial, a Txerra, además batería en todas las canciones del set de RIP, excepción de “Kaos”.

“Julhne27” (Jul Harro Nago Ekainak 27), tal y como si fuera una matrícula y con el logo de RIP entre las letras y el día, es un documento extraordinario fijado desinteresadamente por Arteman Komunikazioa con cinco cámaras y la ayuda con el sonido de Iñaki Bengoa “Shot!”. En todo caso, una lista de voluntarios muy amplia.

La parte reinterpretativa de canciones de RIP es arrolladora. Lo es por propia esencia y por recuperar decenas de himnos de una, dos o tres generaciones, pero también por todos los músicos que pasan por el escenario. La parte veterana remite a la historia, a la dinámica y agitada juventud, a los recuerdos de una época desquiciada, anárquica, convulsa, salvaje… Y, de otra, muestra la evolución del músico mediante el reflote de formaciones por las que pasó y en las que muestra que la vida puede ser siempre lo mismo o dinámica, anclada con un imperdible al pasado o desligada de patrones.

En este tramo aparecen músicos variopintos, aquellos adjuntos a la idea de que hay vida más allá de lo que trascendió, sugerencia a la que Jul se apuntaba con entusiasmo. Este es el terreno del CD 1, donde la juventud se mezcla con la veteranía, donde los estilos se cruzan y con el que también disfrutan los miles de aficionados que llenaron Monterron, donde la presencia de cientos de jóvenes llama la atención. Queda claro que el cuaderno de canciones de RIP y la historia de Jul trasciende el tiempo. Cabe mencionar que la actuación de The Potes cuenta con la colaboración de muchos músicos ajenos al grupo.

«Es verdad que hubo otras bandas en las que también estuvo Jul (Pitxones, Diputación Coral, The Kagas....), que también habrían querido participar. Pero al final había que poner un límite y decidimos que fueran solo las últimas bandas», sintetiza Txerra, hermano de Jul.

Iker Barandiarán, periodista y miembro de Jul-en Lagunak, comenta: «Se decide grabar el audio y las imágenes del concierto porque sabíamos que iba a ser algo muy especial, y queríamos que no quedara en el olvido; deseábamos preservarlo tanto para la familia, su compañera Txus, como los amigos. Posteriormente, se empezó a plantear que se podía editar y hacerlo público, que llegara a más gente. Se pensaba en cubrir gastos, nunca en ganar dinero». Txerra, incide: «Sí, la idea principal era esa. Sabíamos que sería una noche muy especial, como así fue, y tenía que quedar recogido a poder ser con la mejor calidad posible. Pero siempre con la idea de no hacer negocio, cubrir gastos, y que si se conseguía algún dinero extra, pues que revirtiera en proyectos similares o para ayudar a diversos colectivos locales».

Jul-en Lagunak tiene claro que no quiere convertir la desgracia, la pena y el dolor en un código de barras: «Por supuesto. Un editor de vídeo local, rockero y cercano también a Jul, lo edita y se fabrican 1.000 copias sin código de barras siquiera. Es un deuvedé doble que se vende a 10 euros. Pensamos que es un precio asequible. Y tenemos claro que no queremos venderlo en tiendas como tal. No vamos a realizar ningún esfuerzo para que esté en ellas. Se vende en bares y alguna tienda de Mondra, así como otros puntos concretos que nos lo han pedido, pero sin añadirle ningún otro margen», explica Barandiaran. En azoka de Durango, por ejemplo, se venderían miles, pero ese no es el fin.

Tarea abrumadora

Imaginar lo que tuvo que ser la organización de este homenaje produce agujetas y agotamiento emocional. Sintetizar un hipotético listado de más de cien nombres no cabe en nuestra cabeza, aunque, por fortuna sí en la de Jul-en Lagunak. Iker: «Llevamos el tema con la máxima discreción, pero aun así mucha gente se ofreció para participar. Al final, Txerra, con nuestra ayuda, se encargó de elegir a los participantes, principalmente por la proximidad que habían tenido con Jul y con RIP. Era un puzzle muy grande; tanto, que se organizaron ensayos en diversos emplazamientos de Mondra y alrededores las semanas previas. Todo el mundo se portó chapeau».

Txerra: «Fue curiosa la mezcla. Se contó incluso con algunas personas que habían dejado la actividad musical hace mucho. Como el caso de Poti (Cicatriz en la Matriz), que desde entonces no había vuelto a cantar. O Isa, de IV Reich, un caso similar. Hubo momentos muy bonitos detrás del escenario, gente que no nos veíamos desde hace muchos años...y todo el mundo dispuesto a darlo todo. Eso fue genial. En fin, sí, la elección de músicos/as fue complicada, pero también natural. Era gente con la que habíamos compartido escenarios. Tenía claro quiénes serían los bajistas, por ejemplo, Xabi –hermano de Portu– que fue quien estuvo al bajo en RIP en la última época; Osoron (ahora en Gose), que tocó el último concierto de RIP en el Tinto Rock de 2003, y con el que después estuvimos en The Kagas y The Meas; Niko “M.C.D.”, que aparte de haber compartido escenarios, también hicimos cosas juntos, y, por último, Magu, con el que en los últimos años habíamos tocado varias veces y con el que teníamos una compenetración musical total. Con el asunto de la elección de los temas para cada músico, pues no hubo mucho problema, principalmente porque no les daba mucha opción (je, je). Les adjudicaba la canción que tenían que tocar teniendo en cuenta sus características y la verdad es que no hubo mucha queja».

Iker: «En el grupo organizativo se repartieron muy bien las tareas. Contábamos con gente muy experimentada, tal es el caso, y entre otros, de Andoni Zubiaga, que fue el que coordinó el homenaje a Portu que se celebró hace ya años en el mismo parque. Disciplina férrea –aunque parezca mentira– y actitud formidable por parte de músicos y públicos hicieron posible que el concierto fuera como un reloj. Asimismo una pequeña comisión nos encargamos de organizar el esqueleto del concierto y de lo que le rodeaba. Y de que había un núcleo más amplio que se repartió con nosotros toda la labor existente antes y durante la jornada. Todos nosotros formamos Jul-en Lagunak».

Al final del concierto, mientras se canta coralmente “Mondra”, Txerra aparece por la izquierda de la pantalla. Está visiblemente emocionado, pero se incorpora al micrófono. Es la imagen real, la de una gran y sentida fiesta y un honorable, de paso, recuerdo gracias a la edición del doble deuvedé.

Iker: «Es increíble poder estar ahí tocando tanto tiempo y, cómo tú dices, con toda esa carga emocional... Y, además, a esa edad (Ji, ji)». Txerra: «(Jajaja...) Pues del cansancio físico solo me di cuenta cuando llegué a casa, que caí medio muerto. Pero durante el concierto, entre la adrenalina del momento, la emoción, las ganas que tenía de tocar y luego todo el mes de ensayos casi diarios con unos y con otras, pues la verdad es que llegué bastante en forma».