Ahora mismo, solo una sucesión de accidentes parecen capaces de desviar al alemán Nico Rosberg de su primer Mundial. Su camino está despejado, como lo estuvo ayer en Suzuka, donde la pésima salida de su compañero y a su vez única amenaza al título, Lewis Hamilton, le permitió acercarse muy mucho a su ansiado sueño. Como aperitivo, con el triunfo del alemán y el tercer puesto del británico, Mercedes se aseguró matemáticamente el Mundial de constructores.

Rosberg logró su primera victoria en Suzuka, la vigésima tercera de su carrera y la novena de la presente temporada, y suma 313 puntos en el Mundial, 33 más que su compañero, a falta de cuatro pruebas para la conclusión del Mundial, el plazo que le queda para sentenciar el campeonato de pilotos, volcado ahora a su favor.

«Soy consciente de los 33 puntos, pero me centro en cada carrera», dijo un Rosberg sonriente por el golpe psicológico al campeonato, aunque advirtió que «las matemáticas no cuentan» si el rival es su compañero Lewis Hamilton. «Va a luchar, va a ser bonito empezando por el próximo fin de semana en Austin», agregó el germano.

Sin embargo, Hamilton sabe mejor que nadie que muchas de las pocas opciones que le quedaban para poner en cuestión la victoria final del alemán se le quedaron en la parrilla de salida de Suzuka, donde se equivocó al poner en marcha su monoplaza y perdió su segunda plaza, cayendo hasta la octava, al verse superado por seis rivales. «He tenido un derrape. Es muy frustrante pero es lo que hay», reconoció después Hamilton, telegráfico en la rueda de prensa y visiblemente disgustado al reconocer que los 33 puntos de renta de su compañero son «muy difíciles de alcanzar».

Verstappen se coló entre ambos

El de Stevenage remontó a todos los rivales que se colaron por delante en la salida, excepto a uno; el precoz piloto holandés de Red Bull Max Verstappen, que resistió en el segundo lugar hasta el final y sumó su sexto podio, demostrando una madurez impropia de sus 19 años para resistir los envites de Hamilton, en especial en la última vuelta, con una polémica rectificación en la frenada.

Verstappen fue la buena noticia para Red Bull, beneficiado de los errores estratégicos de Ferrari en las paradas, que dieron al traste con las posibilidades de podio del alemán Sebastian Vettel, cuarto ayer, por delante de su compañero finlandés Kimi Raikkonen, quinto.

Rosberg tiene vía libre al título y nadie parece en condiciones de ponerle obstáculos.