El fin de semana los investigadores Carlos Martín Beristain y Gloria Guzmán, del Instituto de Estudios sobre el Desarrollo y Cooperación Internacional de la UPV-EHU Hegoa, y Arantza Chacón, de la Asociación Internacional para la Observación de los Derechos Humanos, viajaron al Sahara Occidental con intención de ofrecer sendas conferencias en unas jornadas organizadas por la recientemente legalizada asociación de víctimas saharauis ASVDH. En las mismas pretendían informar al pueblo saharaui del resultado de sus investigaciones realizadas en los últimos meses en el lugar. Iban a presentar los informes “El oasis de la memoria”, sobre 261 casos de tortura, violación sexual, desaparición forzada y bombardeos de la población civil; “Meheris: la esperanza posible”, sobre las dos fosas comunes encontradas con ocho desaparecidos; y “En tierra ocupada”, sobre la memoria histórica y resistencia de las mujeres.

Sin embargo, los investigadores fueron obligados a tomar un vuelo de retorno en cuanto llegaron a su destino, tal y como ellos mismos explicaron recién llegados de su viaje en Bilbo. «Estuve tomando testimonios de casos de desapariciones forzadas, junto a la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Descubrimos dos fosas comunes con ocho cuerpos, de los cuales dos eran de niños. Eso es lo que iba a presentar en El Aaiún», comentó sobre su investigación ya presentada anteriormente ante diferentes entidades internacionales. «Se trataba de poder compartir con las víctimas, poder contarles qué hemos hecho. Poder reflexionar con ellos porque están aisladas», aseguró para decir después que pensaban que la relación sería más fácil ahora que la ASVDH es legal.

Cuando Martín Beristain llegó a El Aaiún unos agentes le retuvieron y le dijeron que no podía entrar en el país. El investigador preguntó por qué y le dijeron que su presencia era «una amenaza para la seguridad del Estado». Así, tuvo que regresar otra vez al aeropuerto del que había partido.

En opinión de los investigadores, esta forma de actuar del gobierno marroquí demuestra que quieren ocultar las vulneraciones, a pesar de que hace tres años firmó la declaración internacional de la Convención Contra la Desaparición Forzada comprometiéndose a investigar los casos. «Si no hay una muestra de respeto por las víctimas no habrá una resolución del conflicto», aseguró para subrayar que ese es el primer paso que deben dar.

21 horas retenidas

Los mismo ocurrió con sus compañeras horas después. «A nosotras nos retuvieron en Casablanca y nos interrogaron, y después nos dejaron pasar. Pero al llegar a El Aaiún tres hombres entraron en el avión, uno parecía muy enfadado, y nos dijeron que teníamos que volver porque somos personas non gratas», comentó Gloria Guzmán.

Pero el desencuentro no terminó ahí. Les quitaron el pasaporte y las retuvieron durante 21 horas. «Pedimos que nos devolvieran las maletas, que eran de mano, pero no quisieron. Todavía no nos las han dado y en mi caso guardaba un portátil con información muy importante», contó la investigadora de Hegoa. Estando retenidas, pidieron que se les trasladara a un hotel, a lo que las autoridades les asignaron uno en el propio aeropuerto que tuvieron que pagar ellas mismas. Durante las 21 horas que estuvieron retenidas no dejaron de vigilarlas.

Finalmente, el lunes llegaron a Madrid donde les devolvieron el pasaporte, pero no las maletas. Y allí les volvieron a dar la misma explicación: «que no eramos bienvenidas, entendemos que por el trabajo realizado a favor de los Derechos Humanos», aseguró Guzmán.

En último lugar tomó la palabra su compañera, Arantza Chacón. «A nosotros nos han dejado salir pero sabemos que las vulneraciones de los Derechos Humanos continúan, y sabemos que las represalias son fuertes», dijo.

Declaraciones

«Si no hay una muestra de respeto por las víctimas no habrá una resolución del conflicto»

CARLOS MARTÍN

BERISTAIN

Hegoa

«A nosotros nos han dejado salir pero lo preocupante es que sabemos que las vulneraciones continúan»

ARANTZA CHACÓN

Asociación Internacional para la Observación de los Derechos Humanos