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CALAIS

Comienzan a demoler las estructuras del campamento de migrantes de Calais

Varias decenas de operarios comenzaron ayer a demoler las estructuras, en su mayoría tiendas de campaña o chabolas precarias, que se habían erigido en el campamento de Calais, conocido popularmente como «La Jungla». Construido sobre un terreno baldío cerca del puerto de Calais, este asentamiento de cuatro kilómetros cuadrados se ha convertido en el símbolo de la incapacidad de Europa para resolver la peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial.

Albergaba a más de 6.000 migrantes y refugiados, en su mayoría a la espera de cruzar el túnel bajo el Canal de la Mancha y llegar a Gran Bretaña. El Gobierno francés ha defendido su desalojo por razones «humanitarias» y pretende reubicar a los afectados en más de 450 centros repartidos por todo Francia.

Más de 2.300 personas fueron evacuadas durante la jornada del lunes y ayer lo fueron otras mil. El primer destino de todos ellos será un hangar en el que las autoridades migratorias analizarán cada uno de los casos.

Los trabajos de desmantelamiento se desarrollaron en medio de grandes medidas de seguridad, con un cordón policial que impedía el acceso a la zona de los migrantes. Voluntarios y funcionarios utilizaron sierras eléctricas para destruir los refugios hechos de madera y maquinaria pesada para retirar los escombros. Save the Children y Acnur alertaron de los riesgos que afrontan los menores no acompañados. Advirtieron de que «se podría llegar a perder el rastro de muchos de los menores si la demolición se realiza antes de que se pueda identificar a todos y llevarles a un sitio seguro». El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, aseguró el lunes que Gran Bretaña acogerá a «todos los menores no acompañados» que tengan familiares en ese país.