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BRUSELAS

Expertos no ven motivos de sanción a Barroso por irse a Goldman Sachs

El comité de ética de la UE considera que el paso de José Manuel Durao Barroso de presidente de la Comisión Europa a consejero de Goldman Sachs, entidad a «la vanguardia del capitalismo agresivo», en un plazo de 20 meses no violó las reglas de integridad europeas. Cuestiona su juicio, pero considera que su comportamiento no es sancionable.

«No hay bases suficientes para establecer una violación de los deberes de integridad y discreción que exige el artículo 245 del Tratado de Funcionamiento de la UE en lo que se refiere a la aceptación por parte del expresidente Barroso del puesto de director no ejecutivo de Goldman Sachs International», señala el informe del comité de ética de la UE emitido el 26 de octubre y publicado ayer. Considera, por ello, que no puede pedirse una sanción, ya que solo la constatación de esta falta justificaría que se pida un castigo, algo que correspondería solicitar a la CE o al Consejo (los Estados)

La controvertida contratación del expresidente de la Comisión Europea José Manuel Durao Barroso por el banco estadounidense de inversión Goldman Sachs, determinante en el origen de la actual crisis, llevó a la Defensora del Pueblo de la UE, Emily O’Reilly, a presentar una queja que derivó en la apertura de un examen ético.

Un colectivo de trabajadores de las instituciones europeas y representantes de la sociedad civil que reclaman medidas más duras contra «las puertas giratorias» entregó a la Comisión más de 200.000 firmas exigiendo un castigo ejemplar para Barroso, al considerar el fichaje del ex primer ministro portugués como «irresponsable», «perjudicial» y «moralmente deshonesta».

Cumplimiento de las reglas

El comité de ética, elegido ad hoc por la Comisión, pero con funcionamiento independiente, afirma que, pese a que «ciertamente existe un vínculo entre el cargo ocupado en la CE y las funciones de asesoría en el banco, Barroso respetó el periodo de espera de dieciocho meses previsto en el código de conducta para aceptar un puesto relacionado con sus antiguas funciones.

Tras reiterar que Barroso cumplió las normas comunitarias, apuntó cierta «negligencia» si no valoró antes de aceptar su nuevo puesto que el paso a Goldman Sachs daría paso a críticas y «correría el riesgo de dañar» no sólo su imagen, sino también la de la Unión Europa en su conjunto.

Incide en que el daño para la reputación de la CE y de la UE en general «justificado o no, ya está hecho», pero precisa que su función «no es opinar sobre la sabiduría o culpabilidad» de la decisión del expresidente.

El grupo de expertos designado por Bruselas expresa, además, que el hecho de que Barroso pueda aconsejar al banco sobre el Brexit tampoco implica una falta de integridad ya que el tema no fue objeto de debate durante su mandato (entre 2004 y 2014).

«Goldman Sachs puede ser considerado a la vanguardia del capitalismo agresivo pero mientras respete la ley, el hecho de aceptar un puesto en el banco no va en sí mismo contra ley», manifiesta el comité, aunque entiende que el expresidente de la Comisión Europea «no ha mostrado el juicio considerado que uno podría esperar de alguien que ha ocupado durante tantos años un cargo tan alto».

El banco estuvo ampliamente involucrado en la venta de complejos productos financieros, incluidas las hipotecas subprime, que contribuyeron al crack financiero de 2008, y también ayudó a Grecia a maquillar su deuda, antes de la crisis.

El comité señala, además, en que el expresidente sostiene que su labor no será la de «lobista», pese a que, de momento y en una decisión sin precedentes, Bruselas le ha degradado en el trato protocolario y le recibirá como representante de un grupo de presión y no como expresidente.

Este grupo de expertos también analiza la relación de la ex vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Competitividad, primero, y de Telecomunicaciones, después, Neelie Kroes, con una sociedad opaca en Bahamas mientras ocupaba un puesto en la Comisión.

Investigación

El presidente comunitario, Jean-Claude Juncker, ya ha informado a su predecesor de las conclusiones del comité de expertos independientes y «examina ahora con atención» el documento «antes de tomar una decisión», según indicó en rueda de prensa el portavoz de la CE, Margaritis Schinas.

Por su parte, la Defensora del Pueblo, Emily O'Reilly, señaló en una nota de prensa que «a la vista de las recientes comunicaciones» entre su institución y el Ejecutivo comunitario «parece que la Comisión no pretende revisar el código de conducta», tal y como reclamó a la Comisión.

O'Reilly destacó que el comité incide en que se han respetado las reglas pese a reconocer que el caso ha dañado la reputación de la Unión Europea, así como que no ha pedido información adicional ni hecho entrevistas con las personas implicadas para fijar su postura. En este sentido, aseguró que «dada la preocupación que aún sigue expresándose sobre el nombramiento de Barroso y el código de conducta, va a reflexionar sobre los siguientes pasos que tomará en relación a este importante problema, incluida una posible investigación».