Durante la presentación de “La peste”, los responsables de Movistar+ han señalado que el proyecto se encuentra en la actualidad en fase de preproducción y que el equipo creativo está tratando de entender cómo era la vida en Sevilla durante el siglo XVI.

Este lugar y esta época marcarán el ritmo y la trama de este proyecto que será dirigido por el cineasta Alberto Rodríguez el cual ha afirmado que «es un thriller en el que dos personajes, parecidos a Sherlock Holmes y el doctor Watson, intentan adivinar mediante pistas qué ha ocurrido en una ciudad en la que se han cometido una serie de crímenes y en la que, a su vez, deben vivir con epidemias de peste».

El director ha destacado que la mayor novedad de esta producción es hacer entender al público cómo era la mentalidad de la población en el siglo XVI, alejándose de la del siglo XXI.

Para subrayar esta intención, el responsable de esta serie ha apuntado que «nos sumerge en una época concreta, en un orden distinto. Sevilla era la Nueva York de la época, uno de los lugares más importantes e insospechados de aquella época convulsa».

Dios y personajes históricos

El equipo no ha definido cuáles serán los principales protagonistas, aunque sí han destacado que no aparecerán personajes históricos en ella. En este sentido, Rodríguez ha afirmado que los personajes sí pueden haberse inspirado en personas reales, «por ejemplo en Monarde, un médico sevillano dedicado a difundir los alimentos, frutos y plantas que llegaban de América».

El autor de “El hombre de las mil caras” también ha señalado que el pensamiento de los personajes se desarrolla en un momento en el que el pensamiento sobre Dios era muy homogéneo y eso tendrá consecuencias directas en la historia. Por el momento se desconoce el plantel de intérpretes pero sí se ha confirmado que el rodaje comenzará a principios de 2017. En cuanto a su duración, constará de 6 episodios de 45 minutos cada uno. A modo de conclusión, Rodríguez ha manifestado que «se trata de una serie muy cinematográfica, jugamos con el realismo en un producto que se alumbraba con velas y coqueteamos con la idea de ir a esos extremos para crear esa magia».