A falta de seis días para las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el republicano Donald Trump acortaba distancias con Hillary Clinton, preocupando a los mercados internacionales y obligando al presidente, Barack Obama, a redoblar sus esfuerzos para ayudar a la candidata demócrata. Arrastradas por el cierre negativo de Wall Street la víspera, que se dejó un 0,7% y ante el miedo que suscita una posible victoria del magnate, las principales bolsas europeas y asiáticas cerraron la jornada con pérdidas. Ayer Wall Street volvió a ampliar pérdidas.

«El factor Trump ha vuelto a aparecer y, con él, el temor sobre cómo manejará la política de Estados Unidos» señaló el corredor Chihiro Ohta, de la firma SMBC Nikko Securities.

Un sondeo publicado por ABC/“The Washington Post” situó por delante al aspirante republicano –por primera vez desde mayo–, con una intención de voto del 46%, un punto más que su rival demócrata. El resto de encuestas siguen dando ventaja a Clinton, pero la media calculada por el portal Real Clear Politics solo le concede 2,2 puntos de margen con respecto a Trump a nivel nacional (45,3%-43,1%), lo que prácticamente es un empate técnico.

El multimillonario, que hasta hace poco afirmó no creer más en los sondeos, ahora vuelve a darles importancia, afirmando que está «al alza en todos».

«Llegaremos a la Casa Blanca», aseguró el martes durante las visitas que hizo a Pensilvania y Wisconsin, con la esperanza de arañar votos y lograr una improbable victoria en estos dos estados históricamente demócratas. «Nuestro plan para los impuestos incluye un recorte de 35% para las familias de clase media que tengan dos hijos. La clase media no ha sido respetada», afirmó Trump, quien también anunció la abolición del sistema de salud conocido como «Obamacare».

Ayer, el candidato republicano se volcó en el decisivo estado de Florida, que aporta 29 votos electorales y donde puede jugarse la Presidencia por un puñado de votos. Así, visitó Orlando, Pensacola y Miami, donde instó a sus seguidores a votar como «si estuvieran perdiendo». CNN daba dos puntos de ventaja en Florida a Clinton mientras otros dos recientes sondeos situaban al republicano cuatro puntos por delante. Con estas cifras, la media de Real Clear Politics sitúa a Trump un punto arriba en Florida, después de haberse visto por detrás buena parte de los últimos meses.

La campaña ha dado un giro desde que el FBI reabriera por sorpresa hace unos días la investigación sobre los correos electrónicos que Clinton envió desde un servidor privado cuando dirigía la diplomacia estadounidense –en contra de las normas del Departamento de Estado–. Trump está aprovechando este «regalo» para ganar adeptos atacando a su rival.

Clinton, que también está dando mucha importancia a Florida, viajará, por su parte, a Nevada y Arizona, sabedora de que los comicios pueden decidirse igualmente allí. Cuando ya se veía en el Despacho Oval, el acoso que ha desencadenado la investigación la ha obligado a retomar la retórica beligerante para atacar a Trump.

Obama critica que el FBI base sus pesquisas en filtraciones e insinuaciones

Barack Obama reafirmó su voluntad de no interferir en la investigación del FBI sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton pero hizo una velada crítica al director del FBI, James Comey, y a cómo ha irrumpido en campaña con este asunto. «Hay una norma, según la cual, cuando hay investigaciones, no trabajamos sobre insinuaciones, informaciones incompletas o filtraciones», dijo el presidente, que recordó que el FBI, el Ministerio de Justicia y el Congreso ya concluyeron que Clinton «había cometido errores pero nada merecedor de procesos judiciales». El anuncio de Comey sobre nuevos mensajes de Clinton fue una bomba en la campaña demócrata a diez días de la votación, pero no aportó su contenido. Las sospechas sobre la intervención del FBI en campaña aumentaron el martes cuando hizo pública una antigua investigación sobre el indulto que el entonces presidente Bill Clinton otorgó al financiero Marc Rich.GARA