Raimundo Fitero
DE REOJO

Saludos

Saludos cordiales. Escribo desde la desmesura de un paso por el sillón del dentista, lo que hace que uno pierda la noción del tiempo, del dolor y del dinero. ¿De qué color era el dinero? No quedó nunca claro. Lo que sí queda claro es que hay que ensuciar todo bien ensuciado y que si Pedro Sánchez intentó alguna vez ser alternativa a algo, lo acaban de convertir en un pingajo, en algo inservible para casi nada en el terreno político. Y no en su partido, que ya se veía venir, sino en términos generales, ahora todo se emparenta con Rufián, del que soy muy fan y es sinónimo de antisistema, de bocazas, y el hombre tranquilo no es otra cosa que un tocacollons como se dice en catalán de barrio.

Para  que no se pierda la costumbre de entretener al personal con asuntos irrelevantes, le ha tocado a un candidato a dirigir Podemos en Madrid, Ramón Espinar, por cierto, hijo de uno de los consejeros de Bankia con tarjeta Black, que la SER le saca un asunto de hace unos cuantos años, cuando era estudiante y se compró un piso de protección, vendido en unos meses y del que saca unas plusvalías de veinte mil euros. Con veintiún años.

Lo cierto que esto de los pisos construidos con ayudas de dinero público es la gran contradicción de todos los que se proclaman de izquierdas. La vivienda es un derecho, no un producto especulativo. ¿O no? De lo que se habla y entra en el sumario del telediario de TVE es si David Bisbal le hizo la cobra a Chenoa, es decir, si la cantante quiso darle un beso y él la rechazó con elegancia.

Este show tenía como morbo volverlos a ver cantando juntos una canción de la primera edición de OT cuando eran pareja. Es de lo único que se puede hablar. El resto es para olvidar. Mejor ver “La que se avecina” en su nueva fase. Más gritos todavía. Pero ganó de calle en audiencias. Saludos.