Dos cimas y una cueva, Sarastarri y Alleko en Aralar

La propuesta de hoy lleva a los lectores al macizo de Aralar, sector occidental, con entrada por el puerto de Lizarrusti en la muga Gipuzkoa-Nafarroa, donde se encuentra el parketxe, centro de acogida, de interpretación del parque, restaurante y refugio, en antaño cuartel de Miqueletes. La excursión se desarrolla bajo un extenso hayedo que en primavera y otoño es un escenario incomparable, un espacio lleno de luminosidad y colores y alcanzará la cima de dos montes menores, pero no por ello carentes de interés, como son Sarastarri y Alleko, visitando además el interior de la afamada cueva de Sarastarri. La excursión tiene muchos alicientes para iniciar el circuito montañero.

El camino del antiguo tren maderero que nace en el aparcamiento del puerto, bien señalizado, balizado, y habilitado, conduce a los deportistas hasta el embalse de la presa Lareo, un remanso de paz que enriquece el hayedo de Lizarrusti. Pasa por debajo de las Lizarrustiko haitzak y tras pasar un curioso túnel llega al claro de Akerreta, para alcanzar el embalse pocos minutos después.

El mendizale iniciará el rodeo de la presa siguiendo el sentido de las agujas de reloj hasta el extremo occidental, donde otro brazo de señales le dirigirá en ascenso a la izda hacia el NW en busca de la boca de la mítica cueva de Sarastarri que aparecerá a la dcha del camino. Es de obligada visita con linternas para conocerla. Tras el estrecho y vertical paso hacia el interior, la bóveda se abre en dos salas hasta llegar a una laguna, donde para seguir es necesario equipo especial. En su interior se conservan diferentes y curiosas espeleoformas, estalacticas, estalagmitas, columnas, concreccciones y coladas. Una vez en el exterior el montañero seguirá ascendiendo por el bien señalizado sendero hasta ver en una losa unas letras rojas. Allí iniciará sin camino evidente en el lapiaz los últimos 300 metros de la ascensión hasta la cercana cima del monte Sarastarri, siguiendo un corredor de hierbas altas hasta posicionarse en la estrecha, alargada, despejada y rocosa cresta, con cortados al N para pisar la cumbre con buzón.

Tras el merecido descanso y disfrute con el paisaje el montañero volverá en busca de la senda de subida y se incorporará rápidamente al embalse de Lareo, en uno de los brazos de señales. Ahora el deportista seguirá rodeando el embalse, con el voluminoso y cubierto de bosque Alleko enfrente. Cuando el camino empieza a cerrar el círculo (Señaléticas), se sigue derecho por el valle de Akaitzerreka entre Akaitz txiki, Akaitz a la izda y Alleko a la dcha, se supera el paso de Baiarrate hasta una especie de collado que une las vertientes de los citados montes. Allí nace a la dcha a media ladera un ancho camino que asciende resueltamente hasta un falso llano en el cordal cimero donde se recuperan balizas blanquirojas GR 121 que rodean Alleko. Sin embargo el mendizale caminará directo hasta la cima en el hayedo que solo ofrece vistas hacia el Sur.

Tras la tradicional parada de rigor, perderá altura sin temor al mediodía campo a través, para toparse con la senda GR 121 de circunvalación, que va paralela a una alambrada y que por un precioso recorrido en el hayedo del Makorbizkarra le conducirá rápidamente al puerto de Lizarrusti, punto de inicio.