Su nombre es uno de los que figura en la lista, siempre interminable, de bajas del Athletic. Y no le resulta fácil sobrellevarlo porque, pese a que lleva casi dos décadas en la elite, «no estoy acostumbrada, me he lesionado muy pocas veces». Afortunada ella, aunque «suerte» es una palabra que Vanesa Gimbert se resiste a utilizar.

Ni para restar méritos cuando las cosas marchan bien ni como escudo en los malos momentos. Y bien que valdría para explicar la situación del Athletic, sexto y a una distancia considerable de los primeros puestos, tras acumular bajas desde que arrancó la temporada y todavía inmerso en la fase más complicada del calendario. Pero la centrocampista insiste. «No me gusta hablar de la suerte. El calendario es como es y al final te tienes que enfrentar a todos. Y con las bajas pasa algo parecido, aunque es verdad que llevamos una racha malísima en ese sentido. Pero no creo mucho en la suerte», subraya y menos aún en recrearse en las desgracias. Prefiere «mirar adelante». «En lo que creo es en recuperar sensaciones. En recuperar las cosas que hicimos el año pasado y que nos permitieron estar arriba».

Un año que también fue «complicadísimo» y al que «quizá ahora se le dé más mérito viendo lo que cuesta sacar cada punto». Un año que, precisamente por eso, enseñó a las rojiblancas «de todo lo que somos capaces. De cómo se hace fuerte este equipo cuando las circunstancias son adversas para salir adelante».

Es lo que espera «recuperar». Si es que alguna vez se ha perdido porque la propia centrocampista reconoce que también este curso, cuando peor se han puesto las cosas, «el equipo ha sido capaz de competir. No es fácil cuando cada semana hay que “inventar” una alineación nueva pero el equipo ha dado la cara y ha competido en cada partido. Aunque está claro que eso no basta. No nos podemos conformar», asegura.

Gimbert no lo hace ni pensando a corto plazo –y por eso no descarta nada de cara a la visita al Barcelona del próximo domingo «aún sabiendo que va a ser durísimo»– ni pasándose al largo. Aunque en este sentido tira de «cholismo» y se centra en el «partido a partido». Por eso, no descarta que la situación del equipo pueda ser mucho mejor al final de la primera vuelta, cuando su calendario se haya suavizado y el resto de candidatos al título se hayan enfrentado entre sí, pero tampoco quiere darle demasiadas vueltas. «Mientras haya puntos habrá opciones, está claro. Pero no podemos estar pensando en eso. Vamos a centrarnos en lo nuestro, en intentar recuperarnos y ganar partidos, y si lo conseguimos y además nos favorece el resto, mucho mejor. Pero primero lo nuestro».