Al frío le gusta el arte. En realidad, el frío es un artista que nos puede sorprender transformando de cabo a rabo un paisaje, «garrapiñando» de hielo cada cosa que toca, esculpiendo distintos tipos de figuras, reflejando de formas imposibles las montañas, transformando la luz para llenar el cielo de colores o cincelando delicadísimas flores con minúsculos cristales. Y como todo buen mago juega con nosotros al despiste para que nos resulte difícil saber dónde se encuentra el secreto de su magia.

En principio, no hay más que esperar a que bajen las temperaturas para empezar a ver la calidad de sus trabajos. Eso sí, cada uno de ellos requiere la presencia de una situación meteorológica concreta. Sólo de ese modo es posible que se produzcan las combinaciones de la materia prima necesaria (cantidad de agua –en cualquiera de sus tres estados–, viento, temperaturas…) para dar lugar a la aparición de caprichos tales como halos, espejismos, cencellada, flores de hielo, escarcha, polvo de diamante o carámbanos.

Uno de estos caprichos, concretamente la formación de cientos de bolas de nieve gigantes que han cubierto hasta 18 km de costa en una playa de Siberia, ha tenido lugar a principios de este mes. Un fenómeno que en opinión de Sergey Lisenkov –del Instituto de investigación del Ártico y Antártico– podría estar relacionado con la presencia de pequeños trozos de hielo que, arrastrados por el viento y el agua, han rodado sobre la arena húmeda dando lugar a la formación de las bolas.

Aunque poco común, el suceso no es nuevo. En febrero de 2011 también se formaron bolas de nieve en el lago Michigan; en diciembre de 2014 en el golfo de Finlandia; en diciembre de 2015, nuevamente en el lago Michigan… Otra explicación a su formación las sitúa igualmente en un contexto de frío, con fuertes ráfagas de viento, con agitación de agua superficial… pero, en presencia de nieve blanda recién caída. En este escenario, lo que las olas y el viento «rodarían» serían bloques fracturados de esa capa de nieve, dando lugar a la aparición de las bolas.