Saizarbitoria: «Cada cual debe decidir de quién es heredero»
«La educación de Lili» es el acercamiento de Ramon Saizarbitoria a un público más joven, al que quiere transmitir que «cada cuál tiene que elegir sus modelos, no nos los tienen que imponer». El autor conjuga pasado y presente, en una historia de amor, dolor y humor.

“La educación de Lili” es la versión en castellano de “Lili eta biok”, novela en la que Ramon Saizarbitoria se mueve entre el escenario urbano de Donostia y el rural de Otzeta para narrar la relación de amistad entre Faustino Iturbe y Lili, y mediante ellos descubrir varias historias de la Guerra del 36. Iturbe es un escritor enfermo que, por mediación de una amiga, conoce a Lili, una joven interesada por indagar en el pasado, lo que da pie al autor a navegar entre pasado y presente y guiar al lector por diferentes historias que, por medio del azar, terminan por confluir.
En la presentación de la novela, publicada por Erein, Saizarbitoria afirmó que la mujer «es una de las mayores víctimas de las guerras» y que esta realidad pocas veces queda reflejada, «porque, por ejemplo, se dice que Donostia fue quemada, pero pocas veces que todas las mujeres fueron violadas». A este respecto, detalló que a Iturbe le provoca «malestar» pertenecer al género masculino: «Le apesadumbra escuchar todos los días que alguien de su género ha perpetrado un asesinato o un atentado». Esto, junto a la enfermedad que padece, provoca que la relación que mantiene con las mujeres de su entorno cambie.
A la par, tras conocer a Lili, descubrirá varias historias de la Guerra del 36, como la historia de amor entre una joven de Otzeta y un falangista. «Hay una mujer que siente la culpa de que su abuelo fuera falangista», explicó el autor, y detalló que con esta novela pretendía acercarse al público juvenil para hacerles llegar un mensaje: «No tendríamos que sentirnos culpables por lo que hicieron otros, no podemos elegir a nuestros abuelos, aunque la escuela hace un esfuerzo por que nos sintamos herederos de todo aquello. Somos producto de todos y tenemos que elegir nuestros modelos, no nos los tienen que imponer», matizó. Sobre la traducción, realizada por Helena Sotelo Iglesias y F. Eguia Careaga, opinó que «es fiel» a la original “Lili eta biok”.

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