Josu MONTERO
Escritor y crítico

Berger

Atento a los créditos finales de algunas fascinantes películas de Alain Tanner fue como descubrí en la adolescencia a John Berger (Londres, 1926), guionista de “Jonás que en el año 2000 tendrá 25 años” o de “Tierra de nadie”. Algo más tarde descubrí su faceta de crítico de arte y me envolvió con esa personalísima fusión de arte, pensamiento social crítico y poesía; en libros como “El sentido de la vista”, “Modos de ver”, “Sobre el dibujo” o “Fotocopias” nos hace observar de otra y sorprendente forma la obra de tantos pintores, porque él es capaz de conjugar el análisis materialista con el misterio que siempre arrastra el ser humano, y el arte.

Berger es marxista y su empeño sigue siendo ese camino tortuoso que conduce del yo al nosotros y en el que siempre parece apoyarse en una especie de felicidad clandestina, que contagia. Llegué luego a sus novelas: “G”, “Puerca tierra”, “Lila y Flag” o “Una vez en Europa”. La vida está ligada a la tierra, enraizada desde siempre a la tierra primigenia; y luego el desarraigo, vinculado con la especulación capitalista. El 80% de la población europea se ha desplazado durante el siglo XX; somos emigrantes, y ese es el fenómeno central de nuestra historia reciente por mucho que quieran convertirlo en marginal. Llegué por fin a su poesía –“Páginas de la herida”– y a libros inclasificables como “Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos” o “Un séptimo hombre” o “El cuaderno de Bento”. Berger acaba de cumplir 90 años y sigue escribiendo. «Los poemas cruzan los campos de batalla socorriendo al herido, escuchando los monólogos delirantes del espanto. El poeta sitúa el lenguaje fuera del alcance del tiempo».