La Asamblea francesa rechaza abrir un proceso de destitución contra Hollande
La Asamblea francesa rechazó abrir un proceso de destitución contra el presidente, Fran- çois Hollande, por supuesta revelación de una operación de los servicios secretos para llevar a cabo ejecuciones selectivas. No obstante, la denuncia desgasta aún más a Hollande.

El presidente francés, François Hollande, no se enfrentará a un proceso de destitución por los comentarios que hizo a dos periodistas en los que reveló que los servicios secretos galos habían llevado a cabo cuatro ejecuciones selectivas por orden suya, según dictaminó ayer una comisión parlamentaria.
El diputado conservador Pierre Lellouche, de Los Republicanos, había iniciado un proceso para activar el artículo 68 se la Constitución francesa, que permite a la Asamblea Nacional destituir a un presidente, sobre la base de que el mandatario había infringido los protocolos de seguridad. Una comisión parlamentaria decidió, por trece votos a favor y ocho en contra, frenar este proceso de impeachment.
Hollande, cuyo nivel de popularidad sigue en mínimos y que aún no ha desvelado si optará a un segundo mandato, todavía se enfrenta a una investigación judicial separada sobre si documentos clasificados dejados sobre su escritorio delante de los periodistas constituyeron una violación de la seguridad nacional.
Los periodistas Fabrice Lhomme y Gérard Davet contaron en “Le Monde” que en una entrevista en 2013, Hollande examinó una nota que le había preparado su Estado Mayor la víspera –de la que obtuvieron una copia– con los planes de ataque contra posiciones del régimen sirio, que incluía precisiones sobre bombardeos. El ataque no se llegó materializar porque el presidente de EEUU, Barack Obama, decidió en el último momento no respaldarlo.
La Fiscalía ha abierto una investigación preliminar sobre la base de una demanda de otro diputado de Los Republicanos, Éric Ciotti, por violación de secretos de Estado tras la publicación de estas informaciones.
Defensa de Valls
El primer ministro francés, Manuel Valls, defendió el martes a Hollande. «Los franceses esperan de sus responsables políticos una cierta altura y respeto de las instituciones», replicó Valls a una interpelación del diputado de Los Republicanos Georges Fenech.
El primer ministro dijo que no admite que haya un «cuestionamiento sistemático del jefe de Estado, de su persona, y por tanto de las instituciones», después de insistir en que Hollande había sido «elegido por los franceses, les guste o no».
Para Ciotti, que en su denuncia a la Fiscalía se interrogó sobre las complicidades que hicieron posible que los dos periodistas accedieran a esos expediente, se dan «todos los elementos para un escándalo de Estado» por la publicación de documentos secretos que pueden atentar contra «la defensa y la seguridad nacional».
Señaló también que más allá del hecho de que Hollande escape a cualquier responsabilidad penal por su inmunidad como jefe del Estado, también está la «responsabilidad política».

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