Pablo CABEZA
BILBO
Elkarrizketa
ANJE DUHALDE
MÚSICO, CANTANTE

«Mi voz nunca fue educada por maestros, es un producto bruto, imperfecto»

Nació en Arrangoitze en 1950 y todavía vive en su pueblo: «No pienso cambiar ahora mi vida silvestre, aunque suelo ir en ocasiones a oxigenarme a Bilbo, y también &bs;por algún concierto». Elkar le ha reeditado «Erroz eta oroz», «Nahas-Mahas», «Xabier Amurizaren kantari» y «Bakezaleak».

La discográfica Elkar continúa rescatando referencias del sello IZ, en esta ocasión Anje Duhalde aporta al catálogo actual cuatro referencias surgidas tras dejar muy lejos Errobi y no tanto Akelarre. De hecho, el primer disco de esta serie, “Erroz eta oroz”, cuenta con algunos músicos de la historia de Akelarre, hoy más valorada que en sus días de apogeo y grabaciones. Se supone que por el hecho de deshacerse de prejuicios.

En este trabajo de reediciones de uno de nuestros grandes, se toman los cuatro discos grabados para IZ: “Erroz eta oroz”, “Nahas-Mahas”, “Xabier Amurizaren kantari” y “Bakezaleak”.

«Erroz eta oroz»

En “Erroz eta oroz” (1987) Duhalde se acompaña de J. Markos Juaristi, Pako Díaz, Aitor Amezaga, hijo del historiador Elías Amezaga, y de la serie de hermanos que crearon los sellos Discos Suicidas e Hilargi. Además de Alberto Batiz, posteriormente guitarra de los primeros discos de Fito, y un joven Joseba Tapia llevando algunas canciones por el camino del tex-mex, en especial en el corte “Betiko leloa”.

El resto de canciones basculan entre melodías propias de Ipar Euskal Herria, ritmos medios y baladas de tono muy agradable, como “Ama Euskal Herria”, “Igaroan” o “Sortirria”. Duhalde ya deja entrever su querencia musical por el folk de autor de la música estadounidense. De hecho la canción “Sortirria” es una versión del tema “Leader of the band“, del prematuramente fallecido, estimado y recordado Dan Fogelberg, quien escribió esta canción inspirado en la memoria de su padre.

«Por esta época acababa de dejar el grupo Akelarre, donde estuve cuatro dinámicos años. Fue una experiencia intensa e interesante, pero me fui cansando y estuve durante tiempo pensando en replantearme mi andadura musical. Tenía bastantes canciones casi acabadas y poco a poco las fui dando forma. Entre las seleccionadas incluí un canción de Dan Fogelberg, maravilloso cantante y guitarrista, que interpreté a mi manera, sobre todo en cuanto al texto. Creo que es un disco muy ecléctico que roza con lo tradicional y el folk rock. Es uno de los primeros discos donde aparece la triki de Joseba Tapia, muy jovencito, en formato de banda de rock», explica Anje Duhalde. El disco se completa, al margen de sus composiciones, con canciones de Manex Pagola, otro de sus apreciados, Mixel Ducau, su compañero en Errobi, y un par de temas populares. Le hicieron coros en algún corte Txomin Artola, Robert Duhalde y Niko Etxart.

«Nahas-Mahas»

En 1989 aparece “Nahas-Mahas”, un disco que abre nuevas claves en el sonido y estilo de Duhalde. No es que cambie sustancialmente su estética global, pero sí se advierten detalles y opciones que lo distancian del pasado. Se pasa de la triki al acordeón de Joxean Goikoetxea, con lo que cambia la sonoridad y el color del acordeón. La guitarra pasa a manos de Mixel Ducau, la batería a Jimmy Arrabit, le sigue haciendo algunas segundas voces Niko Etxart y Anjel Valdes añade percusiones, posteriormente en M-Ak, Sonora Candela y otras aventuras.

El disco se inicia con otra canción enérgica, una opción que Anje utiliza en casi todos sus discos de esta tanda, para luego llegar a los ritmos medios y las baladas. “Nahaste” es jovial y se escucha con ánimo y facilidad. Pronto llega Georges Brassens, músico por el que Duhalde comienza a decantarse cada vez con mayor intensidad, tanto que años después terminaría dedicándole un álbum íntegro. De Brassens son “Fama txarra” y “Gorila”, canciones que no necesitan situar al autor, ya que el excelso poeta francés poseía un estilo inconfundible. Paco Ibáñez cantó también numerosas canciones de Brassens durante su largo exilio parisino. La parte más colorista aparece de mano de Los Lobos, una composición de David Hidalgo lleva a “Ezinbestean” al mundo del rock and roll y el tex-mex de nuevo.

Manex Pagola vuelve a estar presente, ahora con “Astiria mendian”, una extraordinaria balada con flauta andina. Duhalde nos cuenta que a semejanza de “El cóndor pasa” de Simon and Garfunkel, pero el estilo delicado del dúo también queda presente en la canción.

“Nere sortetxeari” es otra gran balada, esta vez dominada por el acordeón de Goikoetxea. La segunda voz puede ser de Etxart o Duhalde. “Ihes” es otra de las baladas notorias de Duhalde, armónica al estilo de Neil Young. “Kapito harri” regresa al mundo del acordeón, en un tramo de corte marinero de nuevo para una canción pausada. “Mahian ixtorio” es de Ducau, aire country rock y primeros contactos de la música euskaldun con la slide.

«Había traducido hacía tiempo algunas canciones de Brassens, no pensaba grabarlas, pero mi entorno me decía que lo hiciese y este fue el primer intento al grabar dos canciones de un cantautor fabuloso que siempre ha sido una referencia para mí y que aún lo es. Manex Pagola también es otra referencia, escribió ‘Astiria mendian’ para un amigo nuestro que murió en Argentina, a quien le gustaba, y que tocaba, la música de los Andes. Y a la hora de arreglar la canción me vino la idea de la flauta al estilo de “El cóndor pasa”. Lo del tex-mex lo habíamos estrenado en ‘Erroz eta oroz’ con Joseba Tapia. Esta vez hice una versión de una canción de Los Lobos, con Joxean Goikoetxea al acordeón. ‘Sortetxeari’ y ‘Kapito harri’ son bertsos de Txomin Ezponda y Oxobi (Jules Moulie). El primero habla de su caserío y el momento de la muerte; ‘Kapito harri’ es un lugar de Uztaritze, donde se hacían los Lapurdiko biltzarrak hasta que los quitaron».

«Xabier Amurizaren kantari»

«La propuesta de este trabajo me llegó del propio Xabier Amuriza. Me llamó y me lo planteó. Me dejó sus bertsos, algunos musicados. Esta petición fue una sorpresa enorme y todo un honor al trabajar con uno de los más grandes bertsolaris y escritores de nuestro país. Fue un trabajo intenso y duro, llevó su tiempo y costó, pero al final creo que Xabier quedó conforme. La colaboración de Joxean Goikoetxea, Mixel Ducau y Jimmi Arrabit es primordial en cuanto al color musical que quería sacar. Joxean hizo los arreglos de sintetizador con su acordeón. Pero sobre todo lo que sobresale en este trabajo es la calidad de los bertsos de Xabier. ¡Enorme!».

Con “Xabier Amurizaren kantari” se cierra década y se graba uno de los dos discos que Duhalde dedicaba por completo a un autor. El siguiente será Brassens en “Georges Brassensen kantari”, ya una década después. Con Amuriza el estilo se uniformiza por lógica de base. Rompen la tendencia “Anbotorekin trukean”, con fuerte peso de Goikoetxea al acordeón y la balada “Barruaren barrutik”.

«Bakezaleak»

En 1992 Duhalde ve publicado “Bakezaleak”. La canción homónima es uno de sus grandes éxitos. El disco transcurre en onda Springsteen. La idea de Duhalde para este disco se refleja en el hecho de incluir la guitarra de Kaki Arkarazo, la mandolina de Angel Unzu (con quien seguiría trabajando) y el piano y teclas de Jakes Ballue. Además de Goikoetxea, Jimmy Arrabit y el bajo dinámico de Mikel Irazoki. Savia nueva y templanza veterana. No obstante, y en oposición a la energía evidente de “Bakezaleak”, suena “Espetxetik”, una balada que se convierte en himno, como “Orratz puntan” o “Norbaitek dio”, muy Bruce. El álbum también destaca por la elección de dos versiones notorias pertenecientes a colosos de la canción estadounidense: John Hiatt y Tom Waits. De Hiatt toma “Back of my mind”, de Tom Waits “Jersey Girl” (ambas espléndidas versiones) y regresa Brassens, grande en “Gaixo Mattin”. Amuriza colabora en tres textos a petición de Duhalde.

«Para mí no creo que ‘Bakezaleak’ sea la mejor canción del disco, pero le gustó a la gente. No sé si Springsteen o Neil Young me influyeron como apuntas, puede ser que sí. Por otra parte, Hiatt es uno de los mejores cantautores que existe y me encanta su música y, sobre todo, sus letras, muy irónicas y poéticas. Tom Waits es un monstruo y de nuevo Brassens. Quisiera también hablar de la producción musical (guitarra) y técnica que realizó Kaki Arkarazo. Hizo un trabajo excelente y le agradezco la paciencia que tuvo conmigo. No sé si es el mejor de mis discos [posiblemente sí], si es que hay uno bueno, pero sé que gustó más que los anteriores».

Concluye Anje: «Mi voz nunca fue educada por maestros, es un producto bruto, imperfecto. Esto es rock and roll, con personalidad, por lo que dicen».