Gran polémica en torno a la serie de Telecinco «El padre de Caín»
Las redes sociales se han convertido en un auténtico polvorín a resultas del estreno en Telecinco de la miniserie «El padre de Caín». Basada en el original de Rafael Vera, la trama gira en torno a las peripecias de un Guardia Civil en la Euskal Herria de los 80.

Mientras en otros territorios el auge que están viviendo las ficciones se traduce en muchas ocasiones en obras de un gran impacto creativo, Telecinco –y por extensión Mediaset– parece empecinada en viajar hasta lo más profundo de las cloacas del Estado español en un viaje sinsentido en el que –en un breve impás de tiempo– han coincidido dos de las abominaciones catódicas más inquietantes de los últimos tiempos. Tras presentarnos al filonazi Serrano Suñer como un apergaminado héroe romántico en la casposa “Lo que escondían sus ojos”, el canal reincide en la catástrofe creativa y moral con la miniserie “El Padre de Caín”, adaptación de la novela homónima de Rafael Vera.
Teniendo presente quién es el firmante del original, y visionada la primera entrega, uno no deja de ruborizarse ante la racanería dramática que exhiben este tipo de subproductos que lejos de apostar por el riesgo, se regodean en el tópico. Basada en una trama muy interesada y en unos personajes tan increíbles como alucinantes, topamos con las pesadillescas jornadas que vive un joven teniente de la Guardia Civil que abandonará a su mujer embarazada en Madrid para trasladarse el infierno de las vascongadas en los años 80. Presentado por los ideólogos de la ficción como un «Guardia Civil demócrata y aventurero», el personaje encarnado por un acartonado Quim Gutiérrez será destinado a Intxaurrondo, aquel siniestro Fort Apache regido por Enrique Rodríguez Galindo.
Visto los mimbres y el resultado –torpe en su ejecución tanto técnica como argumental–, esta serie plagada de silencios interminables y voces que no parecen de guardias civiles sino de ursulinos, ha provocado una marejada de críticas y posicionamientos a favor y en contra como pocas veces se ha visto.
Redes sociales
Entre la multitud de tuits, destacan los posicionamientos fuera de Euskal Herria y en contra de la serie realizados por Pablo Iglesias o el político catalán Rafael Rufían el cual dice: «La buena noticia es que mientras Rafael Vera hace ‘El Padre de Caín’ no hace otras cosas». Más allá de los comentarios que han inspirado los tuits que propiciaron que durante su emisión se convirtiera en Treding Topic, estos han constatado una realidad, el público no es tonto y demanda mucha mayor seriedad y rigor en el tratamiento de ciertas temáticas.

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