Arnaitz GORRITI
BALONCESTO EUROCUP

Una tarde de horror y vana espera

El 27-10 del primer cuarto hunde a los hombres de negro, que caen de la Eurocup tras el triunfo de Fuenlabrada ante Lietuvos Rytas.

KHIMKI 99

RETABET B. BASKET 78

 

«Quiero pedir disculpas a nuestra gente. Nuestra primera parte no ha sido merecida a nuestro equipo y nuestra gente». Así de claro fue Carles Durán tras el sopapo encajado en la cancha del Khimki, en especial en un primer cuarto que pasó del 0-5 al 27-10 y que determinó el duelo. Y como Fuenlabrada cumplió con su parte al derrotar a Lietuvos Rytas, pues RETAbet Bilbao Basket se queda en la calle.

Sorprendía Carles Durán al alinear a Lapornik como escolta titular, tal vez con la idea de contener a Shved, que tanto daño había hecho en La Casilla. Y aunque empezó errando dos tiros libres, mantuvo la tónica de la primera vuelta: a los cinco puntos anotados por Hervelle de inicio, Khimki, con Shved al frente, le respondía con un parcial de 19-2, provocando la desesparación de un Mumbrú congelado y el inútil tiempo muerto de Carles Durán.

«No hemos empezado mal el partido, pero no hemos tenido acierto. Y a partir de ese no acierto, nos hemos frustrado y hemos dejado de defender. Hemos pensado que lo único importante era nuestro ego personal y no encontrar nuestras opciones, y en toda la primera parte hemos sido un coladero», sentenciaba un técnico de Bilbao Basket bien clarito.

A esperar lo imposible

El 55-32 con el que acabó la primera mitad –57 de no haber mediado Markel Brown con un error garrafal en un mate a la contra por adornarse en exceso–, el partido fue una anécdota secundaria. Los de Dusko Ivanovic, que dio minutos a su fondo de armario, aguantaban tranquilamente una comodísima renta, y solo cuando los hombres de negro amenazaban con arrimarse, como en el 90-75 en los últimos compases, aceleraban el ritmo y volvían a irse.

«La segunda parte ha sido un maquillaje de todo. Hemos intentado ser el mejor equipo posible, pero ellos han bajado una marcha porque tenían el partido ganado», reconocía un Carles Durán «triste porque necesitábamos querer ganar, pero no lo hemos demostrado».

Así pues, solo tocaba rezar a quien fuera –desde la «Amatxu» de Begoña a San Casimiro, patrón de Lituania– para que Lietuvos Rytas, ya clasificado para el Top 16 tras la derrota bilbaina, derrotara al necesitado Fuenlabrada en el Fernando Martín.

Pero desde el 7-0 que, de buen inicio, lograba el conjunto dirigido por «Jota» Cuspinera, se vio que no habría santo capaz de obrar lo que los hombres de negro no habían podido. Lietuvos Rytas no se dejó ir; simplemente, ambas escuadras firmaban un pacto de no agresión por el cual la escuadra báltica asumiría una derrota digna. No como la de Bilbao Basket.

 

La pedrea vizcaina le toca a «Jota» Cuspinera

Al aficionado vizcaino tal vez le dé igual, pero al menos podrá llevarse el consuelo que uno del herrialde, José Ramón «Jota» Cuspinera, sí participará en el Top 16 entre el 4 de enero y el 8 de febrero. El preparador getxotarra es el primer entrenador del Fuenlabrada, que ha colado a su equipo en el segundo lugar del grupo B, de forma que, junto a Gran Canaria, UCAM Murcia y Lokomotiv Kuban, conformarán un grupo E con predominio de miembros de la Liga ACB.

No deja de ser una suerte de pedrea con regusto bastante amargo, tanto por la imagen ofrecida por RETAbet Bilbao Basket en la cancha del Khimki, como por una estéril espera del milagro lituano, un milagro que no asomó ni durante un segundo, ni tenía por qué. Los hombres de negro dependían de sí mismos, y aunque es cierto que se la jugaban con el mejor equipo de su grupo, no es menos cierto que tras el espejismo del 0-5 se rindieron con excesiva facilidad.A. G.