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Rusia y Turquía confirman su acercamiento tras el atentado de Ankara

Rusia y Turquía confirmaron que continuarán el proceso de recomposición de sus relaciones a pesar del atentado en el que un policía turco mató al embajador ruso en Ankara, y que ambas partes vieron como un intento de romper este acercamiento. La presión de Moscú ha llevado a Ankara a dejar en segundo plano su objetivo de acabar con el régimen sirio y a conformar una inédita alianza con Teherán para intentar una salida a la guerra del país vecino.

Sergei Lavrov saluda a Mevlut Cavusoglu en presencia de su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif. (Natalia KOLESNIKOVA/AFP)
Sergei Lavrov saluda a Mevlut Cavusoglu en presencia de su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif. (Natalia KOLESNIKOVA/AFP)

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Acordó con su homólogo ruso, Vladimir Putin continuar la cooperación y el proceso acercamiento entre ambos países, incluida la que gira en torno al conflicto sirio, a pesar del atentado mortal contra el embajador ruso en Ankara.

En pleno proceso de recomposición de las relaciones entre ambos estados, que apoyan a bandos enfrentados en la guerra de Siria, el atentado pone a prueba la solidez del mismo y los respectivos gobiernos insistieron en que mantendrán el acercamiento.

«Compartimos con el presidente Putin el mismo punto de vista según el cual nuestra cooperación con Rusia en diversos ámbitos, particularmente sobre Siria, no se verá obstaculizada por este ataque. No permitiremos en absoluto que nuestras relaciones con Rusia se estropeen», afirmó Erdogan. «Nuestras fuerzas de seguridad y nuestras instituciones judiciales sacarán a la luz la verdad», añadió el presidente turco, que calificó el ataque de «provocación contra las relaciones turco-rusas».

Ante las cámaras que grababan la inauguración de una exposición, el policía Mevlut Mer Altintas disparó varias balas sobre el embajador, Andrei Karlov, tras lo que gritó: «No se olviden de Alepo, no se olviden de Siria». El policía fue abatido poco después por las fuerzas de seguridad turcas.

Seis familiares del atacante, entre ellos sus padres y su hermana, fueron detenidos ayer.

Rusia quiere asegurarse de que Turquía no arrastra los pies en la investigación y envió una delegación para a Ankara. El gobierno aceptó la inédita participación de 18 agentes de los servicios secretos y diplomáticos rusos en las investigaciones. Ayer tomaron parte en la autopsia del cuerpo del embajador. «Debemos saber quién guía la mano del asesino», afirmó Vladimir Putin. A pesar del atentado, se mantuvo la reunión prevista sobre Siria entre los ministros de Exteriores ruso, turco e iraní. Moscú también presiona en este tema. «Espero que nuestras conversaciones, así como el próximo encuentro tripartito con nuestro homólogo iraní permitirán llegar a acuerdos que hagan avanzar el proceso de solución sirio, pero sin hacer concesiones a los terroristas», afirmó el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, dirigiéndose a su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu. Poco después, los ministros consensuaron un acuerdo por el que los Gobiernos de Rusia, Turquía e Irán centrarán sus actividades en Siria en la «lucha antiterrorista» y no en el cambio de régimen, según anunció el propio Lavrov. «Cuando estalló la crisis en el marco de así llamada primavera árabe, muchos actores extranjeros intentaron usarla a su favor», afirmó el ministro antes de apuntar que entonces algunos países se fijaron como el objetivo principal el cambio de régimen en Siria.

Una referencia clara a la propia Turquía, que avala, protege y arma a grupos rebeldes que combaten contra el Gobierno sirio y que, hasta hace poco, fijaba su objetivo principal en la caída de Al Assad.

Según Lavrov, posteriormente, esos países se dieron cuenta de que «la prioridad número uno no debe ser el cambio del régimen sino la tarea de sofocar la amenaza terrorista».

En esta inédita nueva alianza trilateral, quedan de lado las potencias occidentales, entre ellas EEUU, como Moscú se encargó de subrayar. «Todos los anteriores intentos de consensuar acciones conjuntas emprendidos por EEUU y sus socios estaban condenados al fracaso. Ninguno de ellos tenía influencia real sobre la situación en el terreno», subrayó el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu.

Lavrov recordó que el primer paso de los acuerdos entre Moscú y Ankara fue la evacuación de civiles y combatientes rebeldes de Alepo, que el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, calificó de «exitosa».

«Un auténtico acuerdo ayudará a dar un nuevo impulso para la reanudación del proceso político en Siria en consonancia con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU», explicó Lavrov. Destacó que los tres países confirmaron en la Declaración de Moscú su «firme voluntad» de combatir conjuntamente al Estado Islámico (ISIS) y al Frente al Nosra (ahora denominado Fatah al Sham)», y que la declaración refrenda «el respeto a la soberanía, independencia, unidad e integridad territorial de la República Árabe de Siria».

«La prioridad número uno no debe ser el cambio de régimen, sino aplastar la amenaza terrorista. Al respecto, tenemos posturas comunes», insistió.

Ankara acusa a Gülen

Por su parte, Cavusoglu añadió que la reunión abordó también la evacuación completa de la ciudad de Alepo y la posibilidad de extender el alto el fuego a todo el territorio sirio, «pero no consideramos que deba beneficiar a grupos terroristas como el ISIS o el Frente al Nosra», dijo. Subrayó también que Turquía proseguirá su intervención en el norte de Siria.

El ministro turco informó del acuerdo a su homólogo estadounidense, John Kerry, al que le aseguró que el clérigo Fetulah Gülen está detrás del atentado contra el embajador.

El diario “Hürriyet” aseguró que el autor de los disparos estuvo brevemente suspendido de empleo dentro de las grandes purgas lanzadas por el Gobierno tras la intentona golpista.

Por otra parte, Putin ordenó a los servicios secretos «que adopten medidas adicionales para garantizar la seguridad dentro de Rusia y en el exterior, y reforzar la seguridad de las legaciones diplomáticas en el exterior y de sus empleados».

 

El Ejército pide a los últimos rebeldes de Alepo que se vayan

A la vez que Rusia, Turquía e Irán ofrecían un alto el fuego y se presentaban como garantes de una negociaciones sobre la guerra siria, el Ejército sirio, utilizando altavoces, apeló a los últimos rebeldes sitiados en Alepo a abandonar la ciudad. El régimen de Bashar al Assad espera concluir este proceso para proclamar «la liberación» de la ciudad, una victoria que también lo es para Rusia e Irán, apoyos cruciales para Damasco. «El Ejército quiere limpiar la zona tras la salida de los hombres armados», afirmó una fuente militar siria. El Comité Internacional de la Cruz Roja (afirmó que el acuerdo avalado por Rusia, Turquía e Irán ha permitido ya la evacuación de 25.000 personas, pero miles más esperan todavía ser trasladadas. Según el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, la evacuación se completará «en dos días como máximo». Un convoy esperaba ayer la salida simultánea de 2.000 personas cercadas en las ciudades de Fua y Kafraya, asediadas por grupos rebeldes en la provincia de Idleb, que se seguía retrasando.

Ancianos, mujeres y niños se agolpaban con las escasas pertenencias que podían llevar para salir de Alepo, pero solo dos autobuses operaron ayer. «Su estado es lamentable, todo el mundo tiene frío. La mayoría de los que van a los equipos médicos piden agua y comida, además de mantas», indicó Bashar Abbur, que participa en las labores de rescate. GARA