Representantes de los sindicatos ELA, LAB, STEE-EILAS y ESK, junto con organismos de apoyo al pueblo saharaui y asociaciones de inmigrantes saharauis se concentraron ayer en Bilbo bajo el lema «STOP errepresioa Saharan epaiketa politikorik EZ!» para denunciar el juicio previsto para ayer contra 24 activistas saharauis, que en 2013 fueron condenados por un tribunal militar de Rabat a penas de entre 20 años y perpetuidad por participar en el campamento protesta de Gdeim Izik en 2010 y cuyas condenas fueron anuladas en julio pasado por el Tribunal de Casación.

El juez del Tribunal de Apelación de Salé, ciudad cercana a Rabat, aplazó el juicio hasta el próximo 23 de enero para convocar a uno de los acusados, que se encuentra en libertad y que no asistió a la audiencia de ayer.

En la movilización de Bilbo, el activista saharaui Hassanna Aalia, condenado en ausencia a cadena perpetua por participar en el campamento de Gdeim Izik, resaltó –antes de conocerse el aplazamiento del juicio– que «va a ser la segunda vez en la que Marruecos juzga a este grupo por el hecho de estar en un campamento pacífico. Están celebrando nuevos juicios porque saben que en estas fechas –en medio de las celebraciones navideñas– es más difícil que haya observadores o juristas internacionales». Denunció el papel del Gobierno español que «siempre ha apoyado la postura marroquí y ha apoyado a los torturadores para que sigan torturando y maltratando a los saharauis».