Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «¡Canta!»

A un paso de los sueños

La nueva apuesta de Illumination Entertainment pretende ahondar en un discurso un poco más adulto que en sus anteriores filmes. En su intento por descubrirnos que en su seno no solo habitan los ya célebres y virales “Minions”, Illumination ha querido subirse al carro de esas crónicas animadas con empaque dramático.

El tema elegido para abordar esta nueva singladura son los célebres talent shows basados en aspirantes anónimos que suspiran por triunfar en el mundo de la música y si bien en su declaración de intenciones consigue ligeramente su propósito, resulta un tanto desalentador que algo tan suculento haya sido tratado de una manera suavizada. Técnicamente tampoco es un prodigio y no resulta  nada original disfrutar con los movimientos de cadera del bestiario tridimensional que asoma al escenario porque en internet topamos con un millón de vídeos que sin tanto potencial técnico, nos descubrían la simpatía de los animales diseñados infográficamente que emulan a Travolta y al resto de reyes y reinas de las caderas ligeras.

Sustentada en la premisa de las superaciones personales y el empeño por luchar por un sueño, “¡Canta!” gira en torno a un koala que ideará la madre de todos los concursos musicales para evitar que su adorado teatro cierre sus puertas.

El ajado escenario se convierte en el espejo que necesita un grupo de personajes para reconocerse a sí mismas en una tesitura que nunca antes habrían imaginado. Otro elemento a tener en cuenta es la presencia de Garth Jennings en el guion y la realización, un creador que ha firmado vídeos musicales tan conocidos como los de “REM” y que en su paso al largometraje realizó una más que estimable película en imagen real titulada “El hijo de Rambow” que abordaba con mayor acierto y sensibilidad aspectos como la difusa línea que separa nuestra realidad y los sueños que tanto anhelamos.