Raimundo Fitero
DE REOJO

El precio

Una avalancha de nieve sepulta en Italia un hotel y causa una pequeña tragedia comparada con todo lo que está sucediendo en esta Europa bajo ola de frío siberiano. Sí, es enero, es lo normal que haga frío, tormentas, pero no es habitual ver la nieve en lugares del levante y a orillas del mar. Estamos otra vez ante un género periodístico de temporada, rutinario, que alcanza siempre unas cuotas de realismo con ribetes de estupidez por algunos reporteros que su imprudencia coloca en situaciones de riesgo innecesario.

Son imágenes clásicas, conceptos reiterados, lugares comunes, estampas bucólicas y algunas tragedias menores, pero que pueden acumularse dada la persistencia y con un añadido que debería ser la última clave para entender lo que se nos viene encima: han subido el recibo de la luz un treinta y tres por ciento, pero seguirán incrementando el precio de este bien básico hasta que les dé la gana porque tienen las manos libres, debido a la dejación de la famosa gestora de Susana y de Alberto todo por España, que anda confundido en su elección de camisero de invierno. Hicieron una puesta en escena donde se hacía entender que se obligaba a las eléctricas a no interrumpir el suministro a los que no pueden pagar su recibo para paliar la pobreza energética. Pero son tan crueles que se aplicará a partir de marzo, con la llegada de la primavera florida. Por cierto, hoy es el día, y nadie sabemos todavía el precio que tendrá que pagar el planeta Tierra por tener a Trump de presidente. Los fabricantes de tintes para el pelo están contentos. Los vendedores de aspersores para el chalet adosado también, pero existe una duda: ¿quién pagará la factura final? Porque si el muro lo va a hacer a escote con los mexicanos, ¿sus otros proyectos delirantes van a ser financiados de la misma forma?