M.I.
COLONIA

La secta alemana que colaboró con Pinochet

E l cineasta alemán Florian Gallenberger es conocido por rodar fuera de su país, recorriendo el mundo en busca de problemáticas relacionadas con las actividades de compatriotas suyos en lugares lejanos. En “Sombras del tiempo” (2004) viajó hasta la India, y en “John Rabe” (2009) se fue a China para reconstruir la participación del diplomático germano del título en el salvamento de vidas durante la matanza de Nanking. Con “Colonia” se remonta a 1973, durante el golpe militar que derrocó a Salvador Allende en Chile, para sacar a la luz la colaboración de la secta alemana Colonia Dignidad con la dictadura de Pinochet. El problema es que la ficción que utiliza no logra encajar del todo con la realidad histórica, por lo que se pierde la necesaria perspectiva. Se centra en la relación romántica entre un fotógrafo alemán de izquierdas y una azafata que al visitarle se encuentra con su detención y traslado al Estado Nacional, para finalmente ser torturado en la finca de la mencionada secta liderada por Paul Schäfer, a quien da vida un histriónico Michael Nyqvist. Tampoco las interpretaciones de Daniel Brühl y Emma Watson acaban de funcionar, por culpa de una mala dirección.