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Redadas de inmigrantes mientras Trump estudia aprobar otro decreto

El presidente de EEUU, Donald Trump, no descarta firmar otra orden ejecutiva que vuelva a vetar la entrada de refugiados y de inmigrantes de siete países para eludir el bloqueo que los tribunales han impuesto al decreto presidencial de hace una semana. Mientras, cientos de inmigrantes han sido detenidos.

El presidente de EEUU, Donald Trump, no descarta la firma de un nuevo decreto sobre migración, ante el bloqueo judicial al veto a la entrada al país a ciudadanos de siete países que firmó hace dos semanas. «La parte más lamentable es que hay un plazo legal, pero ganaremos esta batalla. Tenemos muchas opciones, incluyendo simplemente firmar una nueva orden» ejecutiva, explicó el mandatario.

Trump aseguró que «necesitamos actuar con rapidez por razones de seguridad, de forma que muy bien podría hacerse».

La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito mantuvo la suspensión sobre el decreto presidencial que hace una semana había provocado conmoción en el país al vetar el ingreso de refugiados e inmigrantes de siete países de mayoría musulmana.

Trump indicó que su equipo esperará hasta la próxima semana para dar su próximo paso. «Tal vez el lunes o el martes», indicó. En cualquier escenario, dijo, el país se dedicará a los «chequeos extremados» para inmigrantes y refugiados de los siete países incluidos en su polémico decreto.

Además, ha dejado abierta la posibilidad de llevar el caso hasta la Suprema Corte.

Mientras, las autoridades estadounidenses han llevado a cabo centenares de detenciones de inmigrantes sin papeles, unas redadas que ya se producían antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, pero que con la nueva política han creado el pánico entre las comunidades de inmigrantes. La Administración Obama llevó a cabo al menos seis operaciones similares. En una de ellas, en 2015, fueron detenidas más de 2.000 personas consideradas como «amenazas al orden público».

Pero en los últimos días no solo se ha buscado a condenados por delitos graves sino también a inmigrantes sin antecedentes penales. El ministerio mexicano de Exteriores pidió a sus ciudadanos «tomar precauciones y permanecer en contacto con el consulado más próximo para recibir la ayuda necesaria».Las operaciones de la policía de inmigración (ICE), tuvieron como objetivo hogares y lugares de trabajo de Los Angeles, Nueva York, Chicago y Austin, entre otras ciudades. En Los Angeles, el director del ICE, David Marin, afirmó que el 75% de los 160 detenidos tenía condenas graves. Calificó las operaciones como «rutinarias» y negó las acusaciones de ejecutarlas al azar.

Pero la redada provocó la movilización de la oposición demócrata. «El cambio de política del presidente Trump traiciona nuestros valores», denunció la senadora de California Dianne Fienstein. «He pedido a las autoridades que aclaren si estos individuos suponen efectivamente una amenaza peligrosa para nuestras ciudades y no están aquí simplemente para aportar su contribución a nuestro Estado», afirmó el congresista texano Joaquín Castro.

Las imágenes de la detención en plena calle de un hombre al volante de su vehículo provocó manifestaciones de rechazo en Austin, Texas. En Nueva York algunos cientos de personas se manifestaron ante los servicios de inmigración.

 

Una partida de golf para hablar del futuro del mundo

Donald Trump y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, se reunieron ayer en Florida para abordar la situación de EEUU en Asia, y lo hicieron sobre los campos del Trump International Golf Club, en West Palm Beach. El encuentro permitirá «tener tiempo de hablar con Donald del futuro del mundo y de la región», afirmó Abe. La partida de golf evocaba para el primer ministro la que jugó su abuelo, Nobusuke Kishi, en el mismo cargo, con el presidente Dwight Eisenhower hace medio siglo. Abe mostró sin ambages su cercanía al nuevo inquilino de la Casa Blanca. Hasta ahora ningún dirigente extranjero ha pasado tanto tiempo con Trump desde que fue elegido: La reunión en la Trump Tower de Manhattan poco después de las elecciones, el cara a cara del viernes en el Despacho Oval, el desayuno de trabajo, la cena en Florida, un día entero en el green... Tras las incendiarias palabras en campaña, Trump ha dado un giro a sus declaraciones sobre Asia en las últimas horas. El jueves prometió respetar «el principio de la China única», lo que calmó su relación con Pekín. El viernes también tranquilizó al primer ministro japonés al afirmar que la alianza entre ambos países «es la pieza angular de la paz y la estabilidad en la región del Pacífico». Y ambos dirigentes ratificaron que el tratado de seguridad común se aplicaría al archipiélago de las islas Senkaku (Diayou para China), disputado por Pekín. GARA