Decenas de personas, 37 de ellas solo ayer, han sido detenidas en los últimos días en las protestas por la violación de un joven negro por parte de un policía el pasado 2 de febrero. La indignación no ha cesado desde entonces, sobre todo tras la versión policial de que sucedió de forma «accidental».

En la noche del sábado los disturbios se produjeron sobre todo en la localidad de Bobigny, al noreste de París, tras una manifestación en la que 2.000 personas mostraron ante el tribunal su apoyo al joven Théo, que fue violado con una porra extensible y agredido por un grupo de policías durante un control en el cercano municipio de Aulnay-sous-Bois.

La manifestación derivó en choques entre la Policía y los manifestantes una hora después del comienzo, y se repitieron los incidentes de la víspera con la rotura de escaparates y el incendió dos vehículos. En uno de ellos una niña de dos años fue rescatada por un adolescente de 16 en una acción que en principio se atribuyó la Policía, pero que, ante la confirmación de varios testigos, tuvo que rectificar. Hasta la medianoche no volvió la calma a Bobigny. Protestas que reclamaban «Justicia para Theo» tuvieron lugar también Rouen, Toulouse y Nantes.

Mientras el joven agredido sigue hospitalizado, uno de los policías implicados ha sido imputado por violación y los otros tres agentes presentes por actos de violencia.