Ingo NIEBEL
Colonia

Los sondeos caldean el año electoral en Alemania

De repente, Angela Merkel y su CDU notan que el candidato a canciller Martin Schulz y su SPD les pisan los talones, al menos en dos encuestas. Sorprende que un solo hombre consiga acabar con la ventaja de más de diez puntos que la CDU tenía sobre el SPD.

¿Será Martin Schultz el siguiente canciller alemán tras las elecciones generales del 24 de setiembre? El auge que viven tanto él como su Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en las encuestas auguran, por primera vez desde hace muchos años, que Angela Merkel corre el riesgo perder el poder en otoño. Hasta hace poco la líder democratacristiana ganaba con creces tanto en simpatías como en intención de voto al presidente del SPD, Sigmar Gabriel, a la sazón su vicecanciller y entonces ministro de Economía. También se daba por seguro que Gabriel sería el candidato a canciller de su partido porque su rival interno, el ministro de Exterior, Frank-Walter Steinmeier, se postulaba –y ya lo es– para nuevo presidente de la República Federal de Alemania.

Incierto era el futuro de Schulz quien, tras dejar la Presidencia del Parlamento Europeo, regresó a Berlín porque Gabriel no se declaraba oficialmente candidato a la Cancillería. Por eso, este último causó sorpresa en la Berlín oficial al anunciar a finales de enero que dejaría la Presidencia del SPD y la candidatura en manos de Schulz. El impacto fue tal que el diario sensacionalista “Bild”, de tinte derechista, pidió disculpas a sus lectores por haber afirmado que Gabriel sería el rival de Merkel. Este anunció lo contrario y, además, que dejaría Economía por suceder a Steinmeier como titular de Exteriores.

Acto seguido, los medios presentaban a Schulz, exlibrero de la zona de Aquisgrán, como un político campechano que tampoco se corta un pelo enfrentándose, por ejemplo, a Silvio Berlusconi.

El SPD se tomó el retiro de Gabriel con alivio porque su intención de voto bajó al 21% con él al frente. Schulz se ha situado primero en el ranking de simpatías y este fin de semana, por primera vez, el SPD se ha impuesto a la Unión Demócrata Cristiana (CDU) con 31 frente a 30 puntos en una encuesta de la poco conocida firma INSA. Otra empresa, Forsa, ha confirmado ese resultado. Queda por ver si se consolida y se convierte en tendencia. No es la primera vez que un candidato socialdemócrata lidera unas y luego es derrotado en las urnas.

De hecho, la CDU aún no ha emprendido el ataque contra Schulz. Primero ha tenido que hacer las paces con su hermana bávara, la Unión Social Cristiana (CSU). A principios de semana, su líder y ministro presidente de Baviera, Horst Seehofer, se reunió con Merkel en Munich. El año pasado, su relación se enfrió porque el bávaro no compartía la política de la canciller en materia de refugiados. Ahora vuelven a ser amigos porque a Seehofer no le queda otra alternativa ya que desde la derecha, la Alternativa para Alemania (AfD) le está comiendo el terreno político y electoral. También la CSU ha aceptado a Merkel como su candidata.

Uno o dos candidatos

De lo que no hay duda, por ahora, es de que la AfD sigue como tercera fuerza política a nivel nacional, con unos 12 puntos. La formación xenófoba aún no ha decidido su candidato a la Cancillería ni si será uno solo o una dupla, tal y como están haciendo los Verdes y Die Linke. En la AfD hay tres polos de poder, enfrentados, que aún mantienen cierta paz interna aunque a veces brotan pugnas internas por el liderazgo. Habrá que esperar el resultado de las elecciones regionales en el País de Sarre, Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia, en primavera, para saber qué bloque se impone.

Die Linke y los Verdes ya han decidido que enviarán una dupla de candidatos. La formación socialista ha optado por los copresidentes de su grupo parlamentario, Dietmar Bartsch y Sarah Wagenknecht. La última representa al sector izquierdista y el primero al denominado «reformista», dispuesto a gobernar con el SPD. Aún así Bartsch ha reconocido recientemente que por el momento no hay base para un proyecto común con socialdemócratas y Verdes.

Las bases ecologista se han inclinado por su copresidente Cem Özdemir, primer diputado alemán de origen turco, y Katrin Göring-Eckardt, copresidenta del grupo parlamentario. Por sus posiciones políticas, el dúo es ideal para inaugurar el primer bipartito con la CDU a nivel nacional. Actualmente, los Verdes se disputan con Die Linke el cuarto puesto, por detrás de la AfD. En la intención de voto, ambos se mueven entre los ocho y los diez puntos. También hay que contar con que el Partido Liberal Democrático (FDP) podría superar el límite del 5% y regresar al hemiciclo de Berlín.

El desarrollo de los partidos y sus candidatos depende también de lo que ocurra en el exterior. Por un lado, de la política del presidente estadounidense, Donald Trump, considerada una amenaza para la economía y la seguridad de Alemania. Por otro, del resultado de las fuerzas ultraderechistas en Países Bajos y el Estado francés, lo que podría ahondar en la crisis interna de la UE provocada por el Brexit.