Joseba VIVANCO
EUROPA LEAGUE 1/16

«El favoritismo se refleja en el campo», alerta Valverde

El técnico hace un llamamiento a la grada para que el APOEL «también note aquí» lo que al Athletic le espera en el partido de vuelta.

En mayo de este 2017 se cumplirán cuarenta años de aquella mítica final continental del Athletic ante la Juventus. En 1/16 de aquella Copa de la UEFA, los leones de Koldo Agirre se las vieron con el Basilea suizo, al que ganaron por un 4-2 global. La hoy Europa League, hija de aquella, se ha convertido en un torneo fetiche para los bilbainos, una competición que en el vestuario están convencidos les debe una, tras la final perdida de Bucarest y quedarse en la antesala de las semifinales la temporada pasada. El propio Iker Muniain reconoció ayer en sala de prensa que «tenemos una espina clavada» con este reto europeo y cuya consecución, asumiendo que es «muy difícil», resulta una meta que la ven «factible». En ese tránsito el APOEL es la piedra en el camino de estos 1/16, un rival al alcance de los leones pero al que sería una bilbainada mayúscula minusvalorar. «El gran público piensa que la Liga es superior a la competición chipriota y que somos favoritos, pero no lo consideramos. La eliminatoria está abierta, y yo ya sé lo que nos espera en la vuelta, porque los partidos en Chipre no son fáciles. Pero el equipo se mentaliza bien para estos partidos. El favoritismo, al final, se refleja en el campo», se mostró cauto Valverde, lejos de atisbar cualquier resquicio de superioridad a priori sobre el rival. «Sería una equivovación hablar de favoritismo», decía Muniain.

Experiencia y fortuna son dos de los ingredientes necesarios para llegar lejos y ganar una final en un torneo como este. El Athletic ha absorbido la primera las últimas temporadas, es un equipo que domina mejor el registro continental, sabe de qué va esto, sobre todo porque de las noches amargas se aprende y mucho. Pero también los chipriotas, aun siendo un conjunto de menor potencial, tirando a la parte media-baja de la Liga, está habituado a jugar en Europa y, sobre todo, a convertir su estadio y su vehemente público, en una pesadilla para el visitante.

Es por ello que el Athletic necesita llevarse un buen resultado de San Mamés. Encajar gol, visto además que lo de que el rival marque primero se está convirtiendo en un peligroso hábito, no debería ni pasarse por la mente de los rojiblancos. «Son 180 minutos, allí nos espera un partido duro e intentaremos sacar aquí un resultado positivo», subrayó Valverde. Puede ser determinante para la eliminatoria que los jugadores locales destapen hoy su tarro de los goles.

Un rival fuerte en ataque

Dos conjuntos que aguardaban con anhelo esta fase de la competición. «Lo llevábamos esperando desde hacía tiempo, sí que hay ganas, pero a ellos les pasará lo mismo. Es un aliciente y tenemos muchas ilusiones», reiteraba el técnico, con quien coincidía Muniain al admitir que «ya había ganas». Y seguramente por ese cosquilleo que recorre el vestuario bilbaino, y debido también a la dificultad de la empresa por mucho que el rival sea un equipo sin pedigrí, a Txingurri le salió, motu propio, un llamamiento a la afición: «Lo que más me preocupa es que valoremos el potencial del rival, pero todos. Que se note en el ambiente que nos jugamos mucho, porque allí sé lo que nos espera, y espero que ellos también lo noten aquí». Un apelación en toda regla al San Mamés de las grandes noches europeas o coperas, ese que hoy debería ser puntual para entonar el himno, que debería empujar desde la grada sin que el equipo tire de él y que responda a la mística que seguro el APOEL y sus jugadores tengan de este estadio.

A partir de ahí, le toca a los jugadores poner de su parte. Esas ganas de Europa League deben verse reflejadas en el campo, lo mismo que ese idilio con los favorables marcadores jugando como local. Enfrente, un APOEL del que Ernesto Valverde resaltó que «juega muy mentalizado, ha ganado cuatro de los seis partidos, ganando incluso al Olympiacos fuera. Un equipo que no creo que se vaya a echar atrás». Destacó a su joven goleador Sotirou, «pelea todas las pelotas y suelen jugar con él en largo», a sus hombres de medio campo hacia arriba, su juego por banda y su estrategia a balón parado.

El Athletic dice no sentirse favorito, aunque «en cuestión de confianza estamos bien». El billete a Solna se saca hoy.

 

Un APOEL fuerte a balón parado y un Athletic débil al defenderlo

El Athletic es el equipo de la presente Europa League que más córners ha sacado, hasta 47, casi 8 por partido. Hoy en día, según los cálculos estimados, el 30% de las ocasiones que en el fútbol acaban en finalización tienen que ver con la estrategia, es decir, las jugadas a balón parado. En base a ello cabría suponer que los rojiblancos tienen ahí uno de sus puntos fuertes en ataque y, sin embargo, a pesar de esa generación de saques de esquina o faltas al área, lo cierto es que apenas sí saca réditos. Ya dimos cuenta en días anteriores del poco o nulo provecho que los leones están obteniendo de los córners, siendo el séptimo equipo de la Liga que más los ejecuta, no han marcado gol todavía desde la esquina y solo consiguen rematar el 32% de ellos. Un problema con el juego aéreo que se agudiza cuando es el equipo que peor porcentaje de centros rematados al área tiene, solo por encima del Granada. Demoledora estadística para un Athletic sin pólvora.

Ernesto Valverde avisó ayer de que una de las cualidades que tiene el APOEL es la contraria a los bilbainos, su estrategia. «Ahí son peligrosísimos», incidió, destacando que a las jugadas a balón parado los chipriotas incorporan muchos hombres y lo hacen bien. «Tenemos que estar muy atentos», reiteró sus temores. Y razón no le falta, porque en Liga, la estadística revela que el Athletic es el segundo equipo –otra vez solo el Granada es peor– que más remates concede al rival en los centros a su área. Si a eso le sumamos que tampoco van sobrados en la defensa de los saques de esquina en contra, no extraña que Valverde tenga a sus jugadores avisados.

En el bando opuesto, su homólogo Thomas Christiansen aseguró que teme del Athletic su intensidad y que «juega ante su gente, con una atmósfera excelente» en San Mamés. «Todo el mundo conoce cómo juega el Athletic, especialmente la intensidad y la calidad de sus jugadores. Me preocupa la forma en la que va a salir el Athletic, la intensidad y la presión que le ponen al partido», aseguró el entrenador de los chipriotas, aventurando «un partido muy duro, muy difícil y con mucha presión». Esta noche saldremos de dudas.J.V.