Un miembro de la tripulación murió y siete fueron secuestrados por el asalto que un grupo de hombres armados lanzó contra un barco vietnamita al sur de Filipinas, según informó la Guardia Costera filipina.

El ataque tuvo lugar el domingo por la tarde en los alrededores de las islas Baguan y Tawi Tawi, en el sur de Filipinas, bastión de los yihadistas liderados por Abu Sayyaf y donde operan también grupos de piratas. La Guardia Costera y la Marina rescataron a 17 vietnamitas de los 25 miembros de la tripulación del MV Giang Hai.

El portavoz militar Armand Balilo indicó que la Guardia Costera de Filipinas había iniciado una operación de búsqueda junto con unidades de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del país en la zona para tratar de hallar a los secuestrados.

Abu Sayyaf es un problema creciente para el Gobierno de Rodrigo Duterte, no solo por su insurgencia islamista en las islas del sur, sino porque en los últimos tiempos también ha llevado a cabo ataques de piratería para financiar sus actividades. En el último año ha incrementado su actividad en aguas del suroeste de Filipinas y el noreste de Malasia al secuestrar a decenas de personas, muchos de ellos tripulantes de embarcaciones que navegaban por la zona.

Antes del ataque del domingo, Abu Sayyaf tenía en su poder 27 rehenes de distintas nacionalidades –entre ellos cuatro filipinos, siete malasios, seis vietnamitas, dos indonesios, un alemán y un neerlandés– según los últimos balances ofrecidos por las autoridades filipinas. En el caso del alemán, los yihadistas amenazaron la semana pasada con decapitarlo si Berlín no paga el rescate exigido de 30 millones de pesos (566.000 euros) el próximo domingo.

Duterte ha prometido acabar con Abu Sayyaf, que ha jurado lealtad a Estado Islámico, y como parte de su estrategia pidió el mes pasado a China que ayude a las fuerzas filipinas a patrullar las aguas del sur para frenar la piratería.