ALAVÉS - SEVILLA

El Sevilla de esta temporada tiene un color especial. Los de Jorge Sampaoli ocupan la tercera posición y seguro que lucharán hasta el final con los de “casi siempre” Barça y Real Madrid por el título liguero. Pero ojo, porque el Alavés, no solo el albiazul, también tiene un brillo especial en su regreso a la máxima categoría. Los alavesistas, al menos, ya tienen asegurada una final, la de Copa, y tienen más cerca los puestos europeos que los de descenso antes de recibir esta noche a los hispalenses.

Tal vez a comienzo de campaña este choque no estaba marcado en rojo para los seguidores y jugadores del Alavés. Pero visto cómo está evolucionando el curso, y más teniendo en cuenta lo fiel que es la hinchada del Glorioso, los jugadores babazorros estarán más que arropados en un día y horario algo inapetentes para animar a los suyos.

Los de Mauricio Pellegrino llegan a la cita con un día más de descanso que sus rivales, después de que los hispalenses ganasen 1-0 el jueves al Athletic y los gasteiztarras perdiesen en Granada el miércoles (2-1). Además, regresarán al once tras sus sanciones jugadores indispensables como Víctor Laguardia a la defensa y Marcos Llorente y Manu García al centro del campo. Pellegrino no podrá contar, en cambio, con Alexis en el eje de la defensa al ser sancionado con tres partidos, ni con el lesionado Sobrino y Edgar, quien finalmente no entró en la lista.

Jugar con la presión sevillista

Más allá de lo que se pueda ver sobre el césped, gran parte de las aspiraciones alavesistas podrían estar en la mente de Pellegrino. Es la primera vez que el Sevilla juega en lunes esta temporada, por lo que en esta ocasión saltará al verde de Mendizorrotza sabiendo lo que han hecho culés y madridistas. Es decir, que está obligado a ganar para seguir en la pelea liguera.

«Más allá de lo novedoso de jugar en lunes, eso no modifica la necesidad de ganar para seguir arriba, porque los dos de arriba ganaron. Estamos expectantes por ver qué podemos hacer en un reducto tan difícil», explicó Sampaoli en la previa.

Y sobre jugar los últimos, añadió: «Las necesidades son espacialmente diferentes, pero iguales por lo que uno necesita, ya sea jugando con el resultado de los rivales, o antes. La obligación es ganar como siempre aunque el rival es muy fuerte». Tan fuerte, que el Sevilla solo ha ganado en dos ocasiones en Gasteiz, en la temporada 2001/02, por 0-1, con un gol de Casquero en la recta final, y en la 1968/69 (0-2).

El Alavés necesita recuperar sensaciones tras la imagen de Granada y hoy en ambos banquillos se medirán dos argentinos. «Ojalá que podamos dejar el prestigio de nuestro fútbol de la mejor manera y yo pueda abrir la puerta a otros entrenadores argentinos», subrayó Pellegrino. Una victoria alavesista abriría de par en par esa puerta.

«El Sevilla tiene un juego organizado y anárquico a la vez»

El entrenador del Alavés, Mauricio Pellegrino, explicó que «el Sevilla tiene un juego organizado y anárquico a la vez» y añadió que le gusta mucho lo que su compatriota Jorge Sampaoli «está ofreciendo a su equipo».

El “Flaco” apuntó que el sevillista «es un equipo difícil de encontrarle la vuelta» y que «sin jugar bien» han sacado partidos adelante, lo que habla «de su poderío».

«No creo que cambie mucho lo que vienen haciendo, es un referente y ha agregado calidad a su plantel con jugadores de jerarquía», comentó en la previa al choque el preparador alavesista, quien también afirmó que su próximo rival está «logrando resultados muy buenos y está entre los mejores de Europa». GARA