Arnaitz GORRITI
LIGA ACB - RETABET BILBAO BASKET

Indigestión de los bilbainos ante la defensa de Unicaja

Los hombres de negro vivieron de arreones, pero se vieron atrapados por ladureza del cuadro malagueño y la permisividad arbitral con los contactos.

RETABET B. BASKET 63

UNICAJA 74

 

Joan Plaza no es mal entrenador, pero sus equipos tienen el defecto de ser como potajes tradicionales, pero no sabrosos, sino de muy difícil digestión. RETAbet Bilbao Basket temía el físico malagueño, y los temores de Carles Durán se vieron confirmados, ya que Unicaja embarró el partido y sacó a los bilbainos de los puestos de play off.

Si hubo algo realmente sorprendente fue que los árbitros permitieron toda clase de contactos, roces y golpes sobre los jugadores sin balón. Scott Bamforth se vio martirizado en los sucesivos «carretones» por los pelotones de defensores que debió padecer. Los bases bilbainos, pese a quitarse a Alberto Díaz por faltas, sudaban para subir el balón, mientras que salir de los bloqueos para recibir era meterse en arenas movedizas.

Por fortuna para los hombres de negro, el ataque estático de Unicaja era realmente malo –un mal recurrente en los equipos de Plaza–, y hasta que «descubrió» el acierto vía triple y del juego sin balón de Dani Díez, penó sobre el parqué de Miribilla, acumulando hasta 11 pérdidas en los dos primeros cuartos. Y sin embargo, fue ganando 28-29 al descanso, ya que Bilbao Basket padecía el mismo mal.

Abusando del triple

Resultó una bendición ver la actitud de los hombres de negro, muy enojados por el arbitraje, algo ofuscados, durante los 20 primeros minutos. La charla de Carles Durán, más que motivadora, fue aleccionadora, ya que sus muchachos saltaron con las ideas más claras, sobre todo a la hora de aprovechar las escasas ventajas que cedía Unicaja.

Sobre todo a la hora de jugar bloqueo directo. La idea era clara: castigar los cambios defensivos, los mismatch, para tratar de buscar ventajas en el poste bajo o en penetración, o pases extra en caso de ayudas para que Bamforth lanzara, al fin.

La idea resultó, y Bilbao Basket llegó a irse 43-36, pero enfrente despertaron Nedovic y Musli, amén de que la defensa malagueña seguía bien férrea. Además, un «tres más uno» de Fogg llevaba el choque con un peligroso 47-51 al cuarto final.

Bilbao Basket se empecinó, empero, con unos triples que no querían entrar y Unicaja se iba 49-57. Un conato de tangana entre Omic y Hervelle revivió a los hombres de negro, que tras un par de canastas se arrimaron 54-57, provocando el tiempo muerto de Joan Plaza.

Acabó por ser el punto final del encuentro. Un triple de Waczynski y sendas canastas de Smith y Suárez volvían a alejar a los malagueños, que no permitían absolutamente nada de juego, por mucho que Buva siguiera peleando hasta el final. Una digestión demasiado dura.

 

Durán: «Nunca pudimos con su nivel físico»

Deportivo, Carles Durán aceptó la derrota sin ningún matiz, salvo sus propios errores. Los 18 balones perdidos o el obcecarse con los triples en el arranque del último cuarto fueron sus principales reproches. Pero sobre todo, se mostró apenado porque «nuestro nivel físico no ha podido con su nivel físico. Hemos luchado, pero ellos han sido mejores».

«El partido se ha roto al inicio del cuarto final, cuando se han ido unos seis u ocho puntos arriba, donde han ganado confianza. Nosotros hemos seguido luchando, pero siempre a contracorriente», reconocía Durán.

Cuestionado por la diferencia de tiros libres a favor de Unicaja –10 a 27–, fue didáctico. «Si solo tiras triples ante un equipo físico, los árbitros no van a pitar. Ha habido un momento en el que eso no lo hemos sabido leer. La diferencia de tiros libres no marca nada», admitió. A. G.