Amaia U. LASAGABASTER
OSASUNA

La efectividad rojilla no alcanza para maquillar el enésimo varapalo

Osasuna se adelantó con sus dos únicas llegadas del primer tiempo pero acabó cayendo goleado en un pobrísimo encuentro.

LAS PALMAS 5

OSASUNA 2


Sexta derrota consecutiva para Osasuna, que completa una vuelta sin poder celebrar la victoria –la única de la temporada se produjo contra el Eibar, su próximo rival– y amplía a trece puntos su desventaja respecto a la 17ª plaza, en una mala jornada para los equipos del descenso, con las victorias de Deportivo y Leganés.

Claro que poco importa a los navarros lo que hagan los de arriba si no son capaces de cumplir con su parte. Y de momento no lo son, aunque en el Gran Canaria, por un momento, pareció que alcanzarían lo imposible cuando, en un alarde de efectividad, aprovecharon sus dos primeras llegadas al área para voltear un partido que se les había puesto fatal, en el marcador y en la pinta. Pero en un partido extraño, las vicisitudes, muchas, actuaron casi siempre, como de costumbre, contra Osasuna. Aunque los navarros tampoco pueden escudarse en el infortunio, compañero habitual de los colistas. Ante un Las Palmas que también mostró numerosas lagunas –de alguna parte venía su mala racha–, la flacidez defensiva rojilla resultó fundamental.

Ni el resultado ni la imagen del equipo, por tanto, reflejaron el cambio de rumbo que pareció buscar con su once revolucionario Petar Vasiljevic. Calambrazo en busca de reacción, plan a largo plazo o ataque de entrenador, lo cierto es que el técnico rojillo cambió el equipo de arriba a abajo. Nuevo sistema y nuevas caras –ocho cambios, nada menos– que, con Oriol Riera en Iruñea, Pedro León y Roberto Torres en el banquillo, o Causic y Clerc dando nombre a los dos descartes, dibujaron un equipo irreconocible. Un equipo que, entre otras cosas, dejaba fuera del césped al 84% de sus goles. Pese a lo cual, curiosamente, ,a efectividad de cara a puerta fue prácticamente la única virtud que exhibió en el Gran Canaria.

Un nivel de acierto de récord, que permitió que la primera parte acabara con un resultado impensable. Por lo menos a tenor de cómo había comenzado el encuentro. Con un Osasuna paupérrimo, blando en defensa e inexistente en ataque –no es que no pisara el área rival hasta el gol, es que prácticamente no había pasado del círculo central hasta entonces– y un Las Palmas jugón que, pese a su falta de definición, solo necesitó seis minutos y tres intentos para adelantarse. Un pase de Jonathan Viera, el mejor sobre el campo ayer, permitió que Jesé anotara su primer gol con la camiseta amarilla.

Dos llegadas, dos goles

Osasuna ni estaba ni se le esperaba. Pero un rival que acumulaba imprecisiones en los últimos metros y la actuación de Sirigu le mantuvieron en el partido. Mejor aún, le permitieron voltear con solo dos zarpazos. A la media hora, el cuadro navarro pisaba el área local por primera vez y no perdonaba. Toque de De las Cuevas, centro de Jaime, error de Varas en el despeje y remate de Kenan. Seis minutos más tarde, justo después de que Sirigu salvara ante Livaja, Osasuna volvía a asomarse al área rival. Con la misma contundencia y el mismo protagonista, para celebrar el 1-2.

Fue el único momento, en esos diez minutos hasta el descanso, en el que los navarros pudieron soñar. Con el Las Palmas desconcertado, Osasuna se mostró, ahora sí, intenso. Si no para ajusticiar a su rival, sí al menos para impedir que volviera a acercarse a su portería.

Vuelta a las andadas

Poco más duró. Nada más regresar de vestuarios, Olavide perdonó una opción clarísima y el partido cambió de rumbo. Volvieron a flojear los rojillos y a encontrar huecos los canarios. Dos paradones de Sirigu, a remates de David Simón y Tana, prolongaron la esperanza pero, viendo la trayectoria de Osasuna esta temporada, el desenlace del partido se veía cada vez más evidente. Y no tenía nada que ver con lo que reflejaba el marcador en ese momento.

Efectivamente, a los diez minutos de la reanudación, un saque de esquina permitía a Livaja restablecer el empate. Un golpe habitualmente con consecuencias, y más aún para un equipo en la situación que vive el navarro. Al que pronto se le acumularon otras adversidades. Empezando por el golpe en la cabeza que se llevó Berenguer –David Simón le propinó un fortísimo cabezazo en la sien al intentar rematar un balón– nada más saltar al campo y que le acabó obligando a marcharse diez minutos después. Y siguiendo por la acción del tercer gol local, un gol en propia puerta de Unai García, que se resbaló al intentar despejar un balón sin excesivo peligro. Los rostros del central y de sus compañeros en ese momento componen la mejor fotografía del calvario que está viviendo Osasuna.

Pero en estas situaciones todo es susceptible de empeorar y, efectivamente, lo hizo. A un cuarto de hora del final llegaba el cuarto gol local. Con polémica –Del Cerro Grande no lo dio por válido en un primer momento, al considerar que Lemos estaba en fuera de juego cuando remató Roque Mesa– pero que acabó subiendo al marcador, después de que el árbitro consultara con su asistente y determinara que el central uruguayo no intervino en la jugada. La manita se completó poco después, con otra magnífica asistencia de Viera que Jesé convirtió en el definitivo 5-2.

Un golpe en forma y fondo que, a la espera de cuándo certifiquen las matemáticas lo inevitable, parece sentenciar definitivamente a los rojillos.

Petar Vasiljevic: «No pensamos en rendirnos»

La derrota en el Gran Canaria deja a Osasuna a trece puntos de la 17ª plaza y con la obligación, utópica, de ganarlo prácticamente todo para aferrarse a la categoría. «La brecha se está abriendo», reconoce Petar Vasiljevic, aunque «no pensamos en rendirnos –aseguró–. De momento seguimos con opciones matemáticas y no podemos rendirnos».

En lo que respecta al encuentro, explicó que su equipo jugó «como habíamos planteado. Nos hemos ido al descanso con ventaja y hemos podido marcar el 1-3. Pero no hemos marcado, nos han empatado y después del gol en propia puerta el equipo se ha roto». «Estamos en una dinámica que continuamente nos pasa algo», lamentó Vasiljevic, que aseguró que tuvieron que arriesgar «porque ni siquiera nos valía el empate. Estábamos ante un equipo alegre que domina el balón y al final nos gan castigado. El resultado es el que es». Justificó igualmente en la necesidad de buscar la victoria y de refrescar al equipo tras una semana cargada de compromisos la revolución en un once que registró ocho cambios respecto al que se enfrentó al Villarreal. «Quería refrescar al equipo porque algunos jugadores habían acumulado muchos minutos. También queríamos jugar de diferente manera, con el perfil de otros jugadores diferentes. Hemos tenido que jugar tres partidos en una semana y no estamos acostumbrados a eso. Teníamos que rotar, como hacen el resto de clubes», argumentó.

Con un bagaje de tres empates y siete derrotas, las seis últimas consecutivas, también se cuestionó al técnico sobre su futuro. «Es una pregunta para la directiva. Yo estoy con fuerza y pienso seguir. La pelota está en otro tejado», zanjó.

Kenan Kodro, por su parte, reconoció marcharse «jodido. Después de una primera parte intensa, peleando cada balón». «Tenemos que remar todos en la misma dirección», abogó el ariete, que no quiere rendirse «hasta que las matemáticas no digan lo contrario».GARA

Pruebas en el hospital a Álex Berenguer

Álex Berenguer, que recibió un cabezazo de David Simón en la sien nada más saltar al césped, fue trasladado al Hospital Perpetuo Socorro con traumatismo craneonecefálico para someterse a las pruebas pertinentes.

Clerc y Causic se quedaron fuera de la lista

Tras la sorpresa que supuso la exclusión de la convocatoria de Oriol Riera, ayer llegó la segunda. Carlos Clerc y Goran Causic fueron los descartados de la lista de veinte. Vasiljevic justificó los cambios con las rotaciones.

Una vuelta completa sin victorias

Osasuna ha completado una vuelta desde que celebrara su única victoria del curso, en Ipurua. Caparrós saldó sus cinco partidos con otras tantas derrotas y Vasiljevic acumula tres empates y siete derrotas.